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5. Anexo: Temas de debate propuestos para los foros
I. La Ciudad y los Recursos Naturales
1. Territorio, ecosistemas y ciudades
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre territorio, ecosistemas y ciudades:
- Las decisiones sobre el territorio tienen que contemplar en paralelo objetivos que, en
ocasiones, no son fáciles de compatibilizar, y que en este documento se vienen exponiendo
agrupados bajo los conceptos de competitividad, sostenibilidad y cohesión social. Caso a
caso, las decisiones pueden dar preeminencia a un objetivo, pero los demás deben también
optimizarse mediante la inserción de las actuaciones en estrategias globales que analicen
y promuevan paquetes de políticas y actuaciones, sin favorecer el desarrollo de un objetivo
a costa de los otros; si no se consigue un equilibrio en las actuaciones, el resultado final
es negativo.
Un tema fundamental de debate, en este contexto, es establecer las características que
deben tener las estrategias para el desarrollo sostenible: estrategias que consideren el
conjunto de objetivos y propongan paquetes de actuaciones y, en su caso, políticas nuevas
que acometan problemas específicos, estableciendo las formas mas adecuadas para
instrumentarlos.
- Reforzar el sistema de ciudades para articular y potenciar los mercados locales es un
objetivo de competitividad especialmente importante en el contexto del mercado único
europeo y la progresiva globalización de mercados.
La forma en que las ciudades se conectan a distintos mercados, y las ventajas internas que
desarrollan para mejorar su competitividad, son fundamentales para la optimización de la
sostenibilidad y la cohesión social, debiendo destacarse como temas de debate.
- Otro elemento importante para la competitividad urbana es la política de comunicaciones
de la accesibilidad externa (puertos, aeropuertos, ferrocarril y autovías), y de
infraestructuras potentes de telecomunicaciones nacionales y en la conexión con las redes
transeuropeas.
Un tema para el debate es la articulación del desarrollo de las infraestructuras de
comunicaciones con las estrategias de las ciudades, retomando el debate europeo sobre
la cómo compatibilizar el desarrollo sostenible establecido en el Tratado de la Unión con
el mercado único y las redes transeuropeas. Es necesario preguntarse si las infraestructuras
que se están creando contribuyen al desarrollo de núcleos compactos y diversos, o facilitan
la conurbación difusa.
- La competitividad de las ciudades se mejora también mediante infraestructuras de apoyo
a la actividad económica, y la mejora de su conectividad interna (sistema intermodal de
transporte, nuevas centralidades, etc.). Las acciones singulares y diferenciales, apropiadas
a cada ciudad y a su región, pueden incluir: zonas integradas de actividades logísticas,
ferias y exposiciones, sedes de organismos nacionales e internacionales, parques
tecnológicos y científicos que articulen Universidades y sectores económicos locales,
promoción de las ciudades y el turismo, entre otras.
Es necesario reflexionar sobre la forma de articular las grandes actuaciones que se
consideren necesarias con el desarrollo local, para favorecer la creación de empleo y una
mayor cohesión social. Hay que cuestionarse si las grandes actuaciones deben
desarrollarse desgajadas de la ciudad, como se está haciendo, o si deben integrarse en su
estructura con mayor diversidad interna y más elementos de transición con su entorno. Por
otro lado, las grandes actuaciones tienden, muchas veces, a aumentar la insostenibilidad,
por lo que deben plantearse dentro de estrategias globales, analizando los impactos locales
y contemplando paquetes de actuaciones complementarias.
- Las grandes actuaciones de infraestructura suelen requerir en su definición, financiación
y ejecución la coparticipación de varios niveles de gobierno y agencias con competencias
concurrentes.
Un tema de debate es la necesaria aceptación del concepto de ciudad como "riqueza de
la nación", por lo que, en estas grandes actuaciones deben cooperar todos los niveles de
gobierno. El análisis sobre las formas de concertación y cooperación para la definición y
desarrollo de este tipo de actuaciones debe basarse en las múltiples experiencias de la
ultima década (consorcios, contratos-programa, sociedades estatales,etc.), que requieren
contrastación y estudio para su mejora.
- Las ciudades, en las ultimas décadas, tienden a crecer de forma difusa, convirtiéndose
en un complejo sistema de urbanizaciones con flujos crecientes de intercambio de
personas, materiales e información, que segregan funciones y grupos sociales. En los
últimos 30 años las ciudades españolas han ocupado más suelo que en el resto de su
historia. Esta urbanización dispersa olvida el funcionamiento de los sistemas de la tierra,
a escala local y global. Su impacto es muy destructivo sobre los sistemas agrícolas y
forestales, favoreciendo la disminución de la biomasa y de la biodiversidad, empobreciendo
y desestructurando los ecosistemas, y conduciendo a una degradación extensiva del suelo,
que se erosiona sin cumplir sus funciones naturales de articulación de los ecosistemas.
Debe favorecerse el debate sobre la estructura urbana, las formas de extensión de las
ciudades y de las infraestructuras de conexión, así como sus posibles límites, analizando
casos concretos recientes y evaluando sus impactos en la sostenibilidad local y global.
- Los sistemas naturales como la atmósfera (aire, clima, etc), el agua (ciclos hidrológicos
superficiales, subálveos y mar) y el suelo (características edáficas y topográficas, etc.) son
el soporte de los ecosistemas naturales o creados por el hombre, incluidas las ciudades.
El conjunto de los recursos naturales constituye el capital natural de nuestras sociedades,
que junto con las propias ciudades es su principal capital fijo. El capital natural no está
sometido al adecuado control social sufriendo pérdidas, muchas veces irreparables, que
acumulan una importante deuda ambiental que condiciona el desarrollo futuro.
Un debate que se remite al Foro de Gestión de recursos naturales, muy vinculado con éste,
es como establecer mecanismos de contabilidad, evaluación y mejora del capital natural.
- Los ecosistemas tienen formas de equilibrio que, si se rompen, desbaratan las funciones
globales y las formas de vida, con las consiguientes consecuencias ambientales,
económicas y sociales para la población humana y para la vida en general. El concepto de
sostenibilidad presta particular atención a las interrelaciones entre el entorno físico y los
sistemas humanos y económicos, entendiendo los ecosistemas como sistemas en
funcionamiento que tienen unas capacidades mas allá de los cuales no pueden sustentar
mayores niveles de actividad.
Es necesario debatir sobre las formas de control social de las decisiones que afectan a la
capacidad de carga de los ecosistemas con objeto de fomentar que se disponga de
información adecuada sobre su estado, interrelaciones y niveles de explotación, y que se
establezcan mecanismos de decisión sobre la gestión de los ecosistemas y explotación de
recursos, y, en su caso, sobre la posibilidad de sustitución y compensación de ecosistemas
específicos, manteniendo el capital natural.
- La definición de marcos estratégicos para la toma de decisiones sobre estas materias,
y la articulación de políticas y desarrollo de actuaciones, con la participación de los
distintos agentes, requiere ir mejorando los sistemas de planeamiento y gestión. Para ello
lo más eficaz es contrastar los planes vigentes con criterios de competitividad,
sostenibilidad y cohesión social, de forma sistemática y progresiva.
Deben potenciarse debates sobre planes vigentes, analizando en qué medida tienen en
cuenta distintos retos, y cómo pueden actualizarse para incorporar progresivamente. Este
proceso debería aplicarse a planes nacionales (PDI, Estrategia ambiental, Plan Hidrológico,
Plan de Vivienda..), regionales (PDR, Estrategias territoriales, Programas de suelo, etc) y
municipales (Planes estratégicos, urbanísticos, Programas de suelo y de transporte, etc.).
2. Gestión de recursos naturales
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre el metabolismo de la ciudad:
- Los recursos naturales forman parte del equilibrio de los sistemas naturales, y deben
ser valorados como tales independientemente de la utilidad que les asigne en un momento
especifico el usuario, o el mercado. La utilización de cada recurso debe analizarse en su
trayectoria desde su origen hasta su abandono final, estableciendo estrategias, medidas
y controles, sobre cuales deben ser sus formas de explotación, transporte, transformación
y abandono o reutilización, así como la oportunidad de su reposición o compensación por
otro recurso. Si no, el coste social es inconmensurable en degradación y perdidas
irremediables en los ecosistemas locales y a nivel planetario.
Siguiendo el proceso iniciado por la Conferencia de Río y el compromiso adquirido de
desarrollar las Agendas 21 a nivel local, debe debatirse sobre la incidencia que la utilización
masiva de recursos por los sistemas urbanos tiene sobre los sistemas naturales,
identificando los factores críticos, en especial en relación con la energía, el agua y los
nutrientes, y sobre la necesidad de establecer limites globales al consumo de algunos
recursos y a la producción de desechos.
- Temas específicos de debate pueden ser, por su importancia actual en el territorio
español, la explotación excesiva de los recursos que puede sobrepasar la capacidad de
carga de los ecosistemas, en las siguientes situaciones:
- Consumo de suelo fértil por asentamientos humanos, disminución de las masas
intercambiadoras de gases.
- Agotamiento de bienes fondo por extracción de recursos materiales renovables y no
renovables.
- Consumo excesivo de agua, que produce estrés hídrico en las masas vegetales
favoreciendo la desertización y los incendios.
- Contaminación del medio atmosférico, las aguas y el suelo.
Intrusión humana sin regular en los ecosistemas naturales.
- Segregación de los espacios naturales, aislándolos, con la consecuente repercusión
en su complejidad y biodiversidad.
- Explotación excesiva de ecosistemas alejados que proveen de recursos y productos
a las ciudades y que pueden generar inestabilidad en otras regiones.
- La disponibilidad de energía es fundamental para un crecimiento económico sostenido,
pero en estos momentos el consumo masivo de energía se basa en fuentes que presentan
problemas de degradación del medio en origen, contaminación en el lugar de consumo y,
además, en muchos casos, son fuentes no renovables. Las ciudades no contabilizan,
suficientemente, la utilización de energía de distintas fuentes ni los efectos que las formas
de utilización de cada una causan en el medio urbano. Los usos de mayor gasto, e impacto
ambiental, son el transporte motorizado y la aclimatación de edificios.
Un tema de debate necesario a nivel de las ciudades y los gobiernos regionales y central,
son las estrategias necesarias para ahorrar energía reduciendo consumos innecesarios y
sustituyendo fuentes de energía, y la necesidad de abordar, para ello, una mejor
contabilidad y estudio de la utilización de la energía en la ciudad. El reto fundamental es
el transporte motorizado, siendo impactos más fáciles de abordar la aclimatación y los
procesos industriales.
- El abastecimiento de agua es, en nuestro país, un problema importante para muchas
ciudades. Está presión ocasiona serios daños en el territorio, especialmente si se tiene en
cuenta que al usuario no se le ponen limites de consumo, y escasos limites de vertidos.
Muchos sistemas urbanos no tienen el abastecimiento garantizado en su cuenca, o lo
consiguen agotando las posibilidades de sus acuíferos, con la consiguiente degradación del
medio y estrés hídrico de los ecosistemas que quedan desabastecidos. La reducción de
caudales y la cuantía y características de las emisiones de las ciudades a través de sus
sistemas de saneamiento sobrepasan normalmente la capacidad de carga de las áreas
receptoras, sean ríos, lagos, embalses o litorales marítimos. Sin embargo estas situaciones
de incertidumbre de abastecimiento, y de degradación ambiental no han conducido en
general a un planteamiento integral del uso del agua con criterios de sostenibilidad.
Un tema necesario de debate es la disponibilidad de agua a compartir en la ciudad y los
ecositemas dependientes del mismo sistema hidrológico, el ahorro en el consumo, la
reducción de contaminantes y la consideración del ciclo del agua como un factor limitante
de ciertas actividades consuntivas no adecuadas a las condiciones locales, e incluso del
crecimiento urbanístico de la zona. Áreas de reserva de la biosfera como Lanzarote, son
pioneras en este tipo de debate.
- Temas específicos de debate en cada ciudad, respecto al ciclo del agua, son:
- Recuperación del medio natural en las cuencas receptoras y reducción de vertidos,
controlando los riesgos de eutrofización del agua embalsada.
- Fomento del uso racional del agua y reducción del consumo en las ciudades.
- Mejora de la utilización de las aguas pluviales.
- Mejora de los sistemas de distribución reduciendo pérdidas y consumo incontrolado
o inconsciente.
- Depuración y reutilización selectiva de aguas residuales depuradas
- Reducción y tratamiento de vertidos contaminantes.
- Mejora de los sistemas de depuración y de su control.
- Mejora ambiental de los ecosistemas receptores.
- La producción de residuos sólidos por habitante crece progresivamente con el modo de
vida urbano dominante. Los residuos domésticos son muy variados y su forma de recogida
dificulta su tratamiento. Los componentes no biodegradables aumentan en proporción,
sobre todo en los domésticos. Causas importantes son aspectos del consumo actual como
el "usar y tirar" o la generalización del envasado no retornable, de productos unitarios,
siendo necesario favorecer una cultura diferente del consumo y la distribución, con
utilización de materiales reutilizables y reciclables. Por otro lado la materia orgánica,
componente biodegradable de la basura, representa, en peso, la mayor proporción de los
residuos urbanos, debiéndose fomentar la recogida independiente y el cierre de ciclo
mediante compostage y reutilización en el medio natural.
Deben difundirse y debatirse las experiencias de gestión integrada de residuos que se están
desarrollando en nuestro país, con el fin de generalizar una cultura de prevención en la
producción de residuos peligrosos y minimización de la producción de los no
biodegradables, no reutilizables y no reciclables, así como una gestión basada en la
recogida selectiva que permita su reutilización (compost, reciclaje, etc), integrada en las
actividades agrícolas e industriales locales, y fomentando la aparición de economía social
que se haga cargo de actividades de recogida y reciclaje.
- Los contaminantes atmosféricos tienen evidentes repercusiones sobre la salud además
de afectar a otras especies del entorno, alterar el clima local y tener efectos planetarios
como el efecto invernadero, o en la capa de ozono, etc. El transporte basado en los
coches, la climatización de edificios y la industria son los sectores responsables de la
contaminación.
Un importante tema de debate sería sobre las formas de reducción de la contaminación
atmosférica que producen las actividades urbanas, fijando programas para alcanzar
determinados parámetros, como lo hacen muchas ciudades europeas.
- Hay objetivos que pueden abordarse con efectos iniciales casi inmediatos como la
reducción del despilfarro de recursos generada por las pautas de consumo (consumismo
en función del precio de mercado sin contemplar los efectos ambientales y sociales) y la
gestión de los servicios urbanos con criterios de sostenibilidad.
Es necesario debatir las medidas adecuadas para la reducción del consumo (por ejemplo,
el agua) y de contaminantes (por ejemplo, los atmosféricos) considerando la viabilidad de
implantar innovaciones tecnológicas para el ahorro de recursos y cuidando la producción
de deshechos.
- Paralelamente, y con efectos a más largo plazo, deben abordarse planes de actuación
para la organización de las actividades de la ciudad (usos del suelo y transporte), y para
la gestión del capital natural, contabilizando los recursos, el consumo y los residuos de
distinto tipo producidos, estableciendo criterios para evitar la degradación, evitando
perdidas innecesarias, compensando las que se produzcan, regenerando el capital
degradado y tomando medidas para aumentar el capital total recuperando perdidas
producidas en épocas anteriores. Es necesario abordar el debate de los planes territoriales
y urbanísticos, contemplando objetivos de sostenibilidad.
II. URBANISMO, VIVIENDA Y SOSTENIBILIDAD
3. Modelo de ciudad: formas de organización y crecimiento
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre el modelo de ciudad, sus formas de
organización y crecimiento:
- El modelo de estructura física de la ciudad española, y la organización espacial de las
actividades urbanas, esta cambiando. La dependencia excesiva del vehículo privado
potencia los puntos de mayor accesibilidad por carretera, al tiempo que ocasiona la
congestión de las áreas de mayor actividad y de sus accesos. La organización de la ciudad
en polígonos o urbanizaciones, de edificación homogénea, favorece la segregación
funcional y social de áreas. La accesibilidad por medios de transporte motorizado permite
la urbanización dispersa y poco densa, que dificulta la dotación local de actividades
complementarias, generando más movilidad y alargando los viajes.
Hay que favorecer el debate sobre el modelo de ciudad, la viabilidad y oportunidad de
recuperar, progresivamente, el modelo tradicional de ciudad mediterránea. Debatir
propuestas orientadas a la mejora y cambio de las ciudades, para favorecer una trama de
actividades diversas, compacta, con continuidad espacial y densidad, con sistemas de
espacios abiertos articulados, favoreciendo el acceso de proximidad a las actividades mas
necesarias y relacionando los centros de los barrios y de la ciudad mediante sistemas
eficaces de transporte público.
- Frente al uso cotidiano e indiscriminado del coche en la ciudad, es necesario crear
conciencia ciudadana y favorecer, con medidas de transporte y localización de actividades,
su menor utilización. El uso masivo del coche favorece la extensión difusa de áreas
residenciales y algunos tipos de empresas, la congestión de los centros y los itinerarios de
acceso. También provoca despilfarro de inversiones, así como problemas medioambientales
(consumo energético, intrusión en el espacio público, contaminación ruidos, inseguridad,
etc,). En las ciudades hay que facilitar la accesibilidad no maximizar la movilidad, garantizar
el acceso a lo que se precisa, situando servicios y empleo en localizaciones próximas a las
viviendas y facilitando sistema de transporte público a las redes de centros de las
ciudades. La accesibilidad atendida por transporte público y facilitando el acceso a pie a
servicios próximos, favorece la reducción de la movilidad obligada. Por otro lado, el uso
libre masivo del vehículo privado no es posible, al menos, en las áreas de mayor uso
ciudadano, en las que debe restringirse la visita en coche.
El debate sobre la ciudad accesible es extremadamente urgente dadas las tendencias
apreciadas en la organización de la ciudad, difusa y motorizada, y el previsible crecimiento
de la motorización, planteando la viabilidad de una accesibilidad que mejore la
competitividad, la habitabilidad y reduzca la insostenibilidad que genera el modelo actual.
- La renovación de las ciudades exige centrar la actuación sobre los espacios existentes,
los barrios, las áreas industriales, los centros, los núcleos periféricos de las ciudades, así
como en las redes de transportes y de infraestructuras, o el sistema de espacios abiertos.
Hay que identificar y movilizar áreas en las que localizar las nuevas actividades en edificios
existentes, y áreas obsoletas a reurbanizar, o completando espacios semiurbanizados,
provocando sinergias con las actividades existentes en los barrios y mejorando las redes
de servicios con las nuevas actividades y obras, en vez de extender la ciudad ocupando
campo abierto.
Es importante debatir la importancia que tiene centrar la intervención sobre la ciudad
existente, procurando la integración de objetivos de competitividad, sostenibilidad y
cohesión, analizar las oportunidades de los distintos barrios, las posibilidades de las redes
de servicios, y plantear estrategias lideradas públicamente, que permitan incorporar a la
sociedad civil y a la iniciativa privada en la transformación de la ciudad.
- Los espacios abiertos en las ciudades son escasos, poco acondicionados y mal
relacionados entre si, dificultando su utilización y su capacidad de mantener vegetación
urbana. La concepción y gestión de los espacios abiertos es fundamental para el
mantenimiento de una red en la que se conecten áreas de vegetación, que no queden
aisladas, permitiendo a su vez itinerarios de paseo a los ciudadanos, que puedan llegar a
amplios parques y áreas exteriores de la ciudad. El suelo rústico próximo a las áreas
urbanas no puede convertirse en suelo en expectativa de urbanización, abandonado,
muchas veces sometido a vertidos clandestinos de residuos o a procesos erosivos, sino
que debe ser objeto de acciones positivas como parte de los sistemas naturales, con
Un debate sobre los espacios abiertos de la ciudad es fundamental para mejorar la
habitabilidad y la sostenibilidad, así como para analizar cuestiones de inequidad entre
barrios. El debate sobre las situaciones concretas es muy ilustrativo de como se puede
mejorar la gestión de estos espacios y establecer criterios de intervención para la
rehabilitación de las áreas consolidadas y los nuevos desarrollos urbanos.
- Las infraestructuras de servicios, especialmente las de abastecimiento de agua y las de
disposición de aguas residuales y residuos sólidos, están muy influenciadas por la forma
de la ciudad, su estructura, densidad y organización de actividades. Asimismo el diseño
de una mejor gestión del agua y los residuos en la ciudad, contribuirá a definir algunas
características de los barrios y de las redes, que facilitarían la reducción de consumo, el
cierre de ciclos con menor transporte de residuos, etc. conceptos ya desarrollados en
algunas ciudades europeas.
Es necesario fomentar el debate sobre las posibles mejoras que en distintos tipos de barrios
(manzana cerrada, edificación abierta, áreas poco densas o aisladas, etc.) pueden
producirse para mejorar la sostenibilidad a través de una distinta gestión del agua y los
residuos.
- Los planes urbanísticos vigentes se deben considerar como instrumentos para definir
la estructura y organización de los usos del suelo en la ciudad, las características de las
redes infraestructuras, y los mecanismos de la iniciativa pública para guiar y orientar los
procesos de reestructuración y regeneración de la ciudad existente. Sería un tema a debatir
junto con cómo:
- Integración del transporte y los usos del suelo.
- Tratamiento del uso del suelo urbano y del campo con especial referencia a sus
zonas de frontera.
- Requerir la adaptación de los planes a los nuevos objetivos.
- Temas específicos de debate, pueden ser los nuevos elementos urbanos con los que
intervenir en la renovación de la ciudad, las situaciones en las que deben utilizarse, y la
forma de utilizarlas.
- Materiales de competitividad, usos emergentes desde la globalidad (Servicios
avanzados, Universidad e I+D, Logística y transporte, Cultura y ocio, etc.)
- Materiales de cohesión (áreas industriales en declive, instalaciones obsoletas, declive
del comercio local, servicios de proximidad, Áreas desfavorecidas, servicios de desarrollo
local, etc.)
- Materiales de sostenibilidad (Ecocentros, infraestructuras ambientales, red de
espacios abiertos y naturales, áreas para el cierre de ciclos recursos, áreas habitabilidad,
etc.)
4. Derecho a la vivienda
Propuesta de temas para debate sobre el derecho a la vivienda:
- El derecho a la vivienda se ha de concretar en que cualquier ciudadano pueda acceder
al uso de una vivienda digna de acuerdo con su modo de vida. Desde el punto de vista
cualitativo debe ubicarse en un entorno que permita unas condiciones de vida adecuadas,
y acceso a la formación, servicios y oportunidades de empleo, en barrios integrados urbana
y socialmente, en un medio sostenible que no hipoteque su futuro. La política de vivienda
no puede, por tanto, limitarse a una cuestión cuantitativa para impulsar mecanismos que
permitan que exista el número de alojamientos necesarios para la población, sino que debe
entenderse dentro de una política urbanística de creación de nuevos barrios con las
adecuadas condiciones de habitabilidad y de integración en las ciudades, y de atención al
parque residencial existente, su mantenimiento y sus condiciones de entorno en el barrio.
Un tema a debatir es el derecho al alojamiento de las familias y el derecho a la ciudad de
los ciudadanos, entendiendo la vivienda como elemento cuantitativamente prioritario de la
construcción de la ciudad. Debe impulsarse una mejor dirección pública en la creación de
suelo urbanizado y la definición de las condiciones que permitan incrementar la
construcción de viviendas para las familias de más bajas rentas no impidiendo su
localización en las áreas consolidadas.
- Las necesidades de vivienda se están produciendo en las ciudades, no tanto por
crecimiento demográfico como por cambios en el tamaño familiar, de las pautas de
comportamiento social y en la demanda de tamaño de vivienda por habitante, que permiten
prever una fuerte expansión en el número de viviendas en las próximas décadas. Como y
donde se hagan estas viviendas, es la principal oportunidad, y riesgo, para el futuro de las
ciudades españolas. La política de vivienda debe centrarse en la mejora del parque
residencial existente, evitando la degradación de edificios, y el desproporcionado número
de viviendas vacías y segundas residencias -no destinadas al sector turístico- que absorben
recursos necesarios para la mejora de las ciudades y del problema de la vivienda. Por otra
lado la urbanización de nuevo suelo residencial debe realizarse, preferentemente en suelo
obsoleto a reurbanizar y en las márgenes o intersticios de las áreas habitadas de forma que
la nueva inversión permita apoyar la mejora de infraestructuras y de la ciudad existente,
en vez de crear nuevas redes y urbanización de áreas vírgenes, ocupando suelo rústico y
sin crear sinergías que permitan modernizar la ciudad consolidada.
Debe favorecerse el debate sobre las características de la previsible demanda de vivienda
a medio y largo plazo y analizar la viabilidad de satisfacerla, en la mayor medida posible,
mediante la rehabilitación del parque residencial existente y la reurbanización de áreas
obsoletas y espacios intersticiales dando mayor diversidad y optimizando la utilización de
la infraestructura existente o facilitando su modernización en caso necesario.
- La escasez de solares para edificar vivienda y su alto precio se debe básicamente a la
carencia de una política de suelo que favorezca la urbanización y producción de solares,
especialmente sobre el suelo pendiente de urbanización en la ciudad consolidada. La
política actual no penaliza su retención por propietarios no inmobiliarios, que especulan con
el precio, encareciendo los productos y provocan la construcción de una ciudad altamente
ineficiente y siempre inacabada, con elevados costes sociales y públicos. Si bien este
problema debe abordarse con un conjunto de medidas fiscales, de valoración de suelo,
control público de la función urbanizadora, etc. que se debaten en otro Foro, también la
política de vivienda debe contemplar entre sus objetivos, el impulso de la urbanización de
suelo residencial en áreas social y funcionalmente integradas. La actuación combinada de
todas las administraciones a largo plazo con políticas para la reurbanización de áreas dentro
de las ciudades y la disponibilidad de reservas de suelo en lugares adecuados para el
desarrollo de una ciudad más próspera, cohesionada y sostenible, es imprescindible para
lograr la adecuada dotación de suelo residencial.
Un tema de debate es la necesidad de dinamizar la urbanización de suelo que permita que
las constructoras e inmobiliarias dispongan de suelo suficiente y bien situado para construir
vivienda, y en particular para cumplir los objetivos concertados a través de los planes de
vivienda. Este debate debe contemplar el rol que corresponde al sector público para
dinamizar la producción de solares sustituyendo a los propietarios de suelo no activos, y
complementando la capacidad de los urbanizadores en los lugares y segmentos del
mercado que resulte necesario.
- El problema del acceso a la vivienda actualmente es, además del problema de población
sin techo o viviendo en infraviviendas, la dificultad que tiene gran parte de la población
para acceder a la oferta de mercado, situación que de prolongarse podría conducir a
problemas graves de carencia de alojamiento. Por ello los últimos planes de vivienda se han
centrado en la financiación de viviendas para compradores con sueldos de hasta 3,5 SMI,
situación en la que se estima que se encuentra 2/3 de la población. La política de vivienda
debe centrarse en los próximos planes también en la rehabilitación y la vivienda en alquiler,
sectores en los que las medidas propuestas, no han sido hasta ahora muy efectivas. La
vivienda en alquiler es de momento tremendamente escasa, sin que todavía se tengan
datos de los posibles efectos de reciente legislación de arrendamientos.
Es necesario debatir sobre los mecanismos necesarios para impulsar la política de vivienda
en los segmentos que se consideran de actuación prioritaria, y en particular, en la
rehabilitación, la vivienda en alquiler y la producción de vivienda nueva a precios asequibles
que permita pasar de una política cuantitativa de construcción de nuevas edificaciones a
una política cualitativa basada en los recursos económicos de la demanda existente.
- La política fiscal sobre la vivienda es regresiva, especialmente en el IRPF, favoreciendo
a los segmentos de renta alta, distorsionando y dificultando el funcionamiento del mercado.
La imposición sobre el cambio de vivienda principal (impuestos de transmisiones y
plusvalías), especialmente en los tramos de menor precio y tamaño, es un mero mecanismo
recaudatorio que encarece el precio y disuade la transmisión dificultando la adecuación de
las necesidades de los hogares al parque de viviendas existentes, especialmente en los
sectores de rentas más reducidas. El tratamiento fiscal favorable, en el IRPF, para varias
viviendas en uso familiar fomenta el despilfarro de recursos, manteniendo ocioso un
elevado número de viviendas. La falta de una imposición progresiva sobre las viviendas que
mantienen vacías, y sobre el suelo sin urbanizar o edificar, encarecen los productos y
distorsionan el mercado, configurando la vivienda como un bien de inversión por encima
de su percepción como un derecho de los individuos.
Un tema de debate es la necesidad de concebir la fiscalidad sobre el suelo y la vivienda,
no solo como el mecanismo recaudatorio que distorsiona los mercados y favorece una
ciudad ineficiente, sino como elemento de promoción de las iniciativas de economía real
que estén comprometidas con la construcción de viviendas para quienes las necesitan.
- La construcción y la rehabilitación de viviendas se esta produciendo sin la suficiente
adecuación bioclimática, resolviendo su aclimatación por medios exclusivamente
tecnológicos, sin eficiencia energética, y sin contemplar condiciones de sostenibilidad en
la utilización de materiales, ni en la gestión del agua o los residuos sólidos. La falta de
innovación tecnológica en la materia lleva a la utilización de tipologías edificatorias
obsoletas y métodos de construcción a veces anacrónicos.
Es necesario favorecer el debate sobre la vivienda y la sostenibilidad, analizando posibles
actuaciones en favor de la mejora del parque residencial y de las nuevas construcciones,
así como la investigación sobre los nuevos tipos de vivienda y característica técnica de
nuevas formas de producción.
5. Política de suelo
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre mecanismos de producción de la ciudad:
- Una ciudad próspera, habitable y que tienda a la sostenibilidad, necesita disponer de
una patrimonio inmobiliario (infraestructura, suelo urbanizado y edificación) adecuado a las
necesidades de organización de las actividades urbanas y eficiente en su funcionamiento.
Para ello es necesario disponer de una estrategia que permita conjugar en su desarrollo el
interés general, los intereses vecinales, y los de los agentes privados que participan en la
construcción de la ciudad.
Es necesario romper con el falso debate entre plan y mercado, ya que ambos son
necesarios y complementarios. Y establecer la función del planeamiento urbanístico, dentro
de una marco más amplio de políticas publicas para las ciudades, entendiéndolo como
marco de garantía de los objetivos colectivos y de los derechos de los particulares. Planes
que establezcan al tiempo la perspectiva publica para la construcción de la ciudad, y el
marco impulsor del mercado, que aporta recursos financieros a la construcción de la ciudad
y crea actividad económica.
- La prioridad en el desarrollo de las ciudades españolas está en la adaptación de la
ciudad construida a las nuevas necesidades, y en la creación de suelo nuevo, en la misma
ciudad o sus aledaños, que favorezca la modernización de las infraestructuras existentes
y las remodelaciones puntuales, y permitan una reestructuración de actividades tendente
a crear más diversidad social y funcional en sus barrios. La legislación urbanística vigente
está sin embargo pensada para la extensión de las ciudades mediante la urbanización de
suelo virgen, y carece de mecanismos eficaces para gestionar actuaciones en áreas
consolidadas y en áreas obsoletas que deban ser reurbanizadas para crear nueva ciudad.
Los sistemas de valoración del suelo y de reparcelación, que es necesario aplicar para
renovar estas ciudades, no contemplan adecuadamente el interés público, ni el origen
público de las plusvalías de los terrenos, dificultando las posibles y necesarias operaciones
urbanas en plazos y en precio del suelo. Si no se facilita la actuación en áreas consolidadas
que requieren reestructurarse o reurbanizarse, la ciudad no podrá progresar.
Es necesario debatir sobre los mecanismos necesarios para agilizar la actuación en las
áreas consolidadas de la ciudad y para asignar al sector público las posibles plusvalías del
suelo comprendido en estas operaciones, para la financiación de la urbanización y
modernización de las infraestructuras urbanas del entorno.
- El alto precio del suelo se plantea, por algunos, como un problema para el correcto
desarrollo de muchas ciudades españolas y para la satisfacción de las necesidades de
alojamiento de las familias y empresas de menor poder adquisitivo. Sin embargo el precio
del suelo viene determinado por el precio que alcanzan los edificios, precio determinado por
cuestiones macroeconómicas como la riqueza de los sectores de demanda efectiva, o la
capacidad de inversión global en el sector inmobiliario en función de la colocación de
activos financieros. Los precios se trasladan en cascada a distintas áreas y los propietarios
de suelo no edificado o por edificar fijan, en base a ellos, sus expectativas de precio del
suelo, pudiendo esperar indefinidamente hasta que consiguen la venta ya que no se aplican
mecanismos administrativos ni fiscales que obliguen a bajar los precios para que otras
actividades de menor poder adquisitivo que lo necesitan puedan adquirirlo y construir. El
resultado, por todos conocido, es que hay necesidad de solares para viviendas, industrias
y equipamientos, mientras que exige abundante suelo para urbanizar que no se urbaniza
ni edifica.
Es necesario poner en marcha mecanismos fiscales y administrativos que fuercen la puesta
en el mercado, a precios aptos para las necesidades de las familias y empresas, el suelo
urbano y el suelo programado por los planes urbanísticos para un correcto crecimiento de
las ciudades, y agilizar las figuras de planeamiento y gestión, para facilitar la intervención
publica directa, o la de promotores privados de urbanización y edificación tutelados por la
administración.
- El precio del suelo en una situación de normalidad, o de abundancia de oferta para las
distintas tipologías de edificios que reclaman los distintos segmentos de demanda, siguen
siendo elevados, aunque se eliminen las distorsiones que crean los booms, como el
reciente de finales de los 80. Pero los estrangulamientos de la oferta inciden de forma
desaforada en las subidas de los precios por falta de alternativas adecuadas. Otra causa
que dificulta la oferta inmobiliaria, y la consecuente satisfacción de demandas, o de
necesidades, embalsadas, es la escasez de suelo que se produce en lugares y momentos
de características recesivas, en las que la inelasticidad de los precios del suelo bloquea la
actividad inmobiliaria. Además de las medidas fiscales y administrativas que agilicen la
oferta del suelo existente, muchos países europeos con sistemas inmobiliarios eficaces
(Holanda, países escandinavos, Francia, etc.) utilizan como mecanismo de normalización
del mercado, las reservas publicas de suelo, que facilitan a la iniciativa publica garantizar
un flujo continuo de suelo adaptado a las necesidades.
Un tema de debate es la forma de participación de las distintas administraciones y agentes
públicos en la financiación y creación de reservas publicas de suelo. Los patrimonios
públicos de suelo existentes en manos de organismos y empresas publicas, se deben
utilizar para normalizar el mercado y financiar las necesidades de urbanización e
infraestructura de las ciudades y no, como esta ocurriendo en algunos casos, como fuentes
extrapresupuestarias de generar beneficios atípicos a los organismos que ostentan la
titularidad del suelo público.
- La responsabilidad de "hacer ciudad" corresponde a la administración como expresión
de una voluntad colectiva, especialmente a la municipal que tiene la legitimidad política
local. Para mejor articular esta responsabilidad con la actividad privada inmobiliaria, que
produce materialmente una proporción importante de la ciudad, es necesaria la intervención
del sector público, impulsándola y dándole fluidez, por medio de la oferta de suelo
urbanizado en los lugares que reclama la colectividad para que la ciudad se desarrolle
satisfactoriamente, y en las condiciones de mercado que permitan la actividad inmobiliaria
y la satisfacción de la demanda, cubriendo asimismo las necesidades de las actividades
mas débiles económicamente. Para ello el sector público debe gestionar suelo en las áreas
cuya programación este prevista por el municipio, impulsando a los agentes inmobiliarios
privados, o sustituyéndolos si no cumplen su función, para abastecer el mercado con
solares. La intervención del sector público es especialmente necesaria en las zonas de
interés para la ciudad que el mercado no dinamiza, y en la creación de diversidad en los
barrios dando cabida a funciones y grupos sociales que el mercado segrega.
Hay que debatir sobre las formas de incrementar la capacidad de gestión del sector público
en materia de urbanización y reurbanización de suelo. El suelo debe considerarse como un
objeto de inversión publica imprescindible para garantizar un modelo de ciudad sostenible,
habitable y equilibrado, y facilitar el funcionamiento del mercado inmobiliario, el proceso
urbanizador y la competitividad de las actividades económicas. Una política de suelo solo
es concebible en un plazo largo y requiere por lo tanto el compromiso público que garantice
su continuidad y transparencia.
6. La ciudad accesible
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre Política de transporte:
- La motorización en España mantiene una fuerte tendencia al crecimiento. Dada la
extensión y segregación de funciones de nuestras ciudades y la progresiva integración de
núcleos medios en sistemas urbanos, la movilidad crece progresivamente, aumentando la
distancia de los viajes y la movilidad motorizada, especialmente en vehículo privado. Por
otro lado la telemática es previsible que tenga, tan solo, un efecto marginal en la movilidad
urbana, ya que si bien eliminará determinadas necesidades de viaje, aumentará tanto las
oportunidades de relación y la disponibilidad de información, que incrementará la
motivación y, consecuentemente, la movilidad. Muchos movimientos, podrían producirse
por medios no motorizados en distancias cortas, si se favorece una ciudad diversa en sus
partes y con barrios mejor dotados de servicios y actividades económicas, culturales, etc.,
eliminando movimientos forzados a lugares distantes ante la falta de oportunidades
próximas. Sin embargo, la gran diversidad de oferta en los sistemas urbanos en los que los
mercados locales funcionan con una fuerte integración, conducen a la satisfacción de
necesidades también en lugares distantes de la ciudad, por lo que es necesario disponer
de sistemas de transporte público eficaces, y restringir el uso del coche en determinadas
áreas y accesos propensos a la congestión.
Un tema que debe debatirse es la evolución que está teniendo la movilidad en las ciudades
españolas. Si bien la movilidad es fundamental para el funcionamiento de las ciudades, los
niveles de saturación que alcanza y el abuso del automóvil, dificultan su eficacia,
reduciendo la accesibilidad y dañando el medio ambiente. Hay que plantear los criterios
para una movilidad sostenible, analizar cuales son las causas principales de los distintos
tipos de movimiento y las consecuencias que pueden tener, para la ciudad y el ciudadano,
que la movilidad sea atendida por medios no motorizados, o por medios motorizados de
alta o de baja ocupación.
- El tráfico y la movilidad, en sus expresiones motorizadas, forman parte de lo que se ha
venido en denominar el núcleo duro o menos moldeable de la crisis ecológica de la ciudad,
siendo la causa principal de los aspectos más conflictivos del medio ambiente, como el
consumo excesivo de recursos (energía, suelo, etc), y el consecuente impacto en el medio
urbano (contaminación, ruido, barreras locales de accesibilidad, inseguridad, etc.). Los
valores dominantes entre los responsables sectoriales, consideran que el crecimiento de
los viajes en numero, distancia y velocidad, contribuye a satisfacer los deseos y las
necesidades de la población, por lo que la política de transporte debe aumentar la
capacidad de los medios de transporte. Pero la mejora de la habitabilidad de los barrios y
de la sotenibilidad ambiental, exige plantear la resolución de los inconvenientes del trafico,
sustituyendo el coche por el transporte público, que tiene mayor eficacia ambiental y
social, si bien otros también será necesario disminuir la movilidad motorizada,
especialmente en determinados trayectos y áreas. Para facilitar el acceso de las personas
a bienes, servicios y contactos, debe favorecerse al máximo la satisfacción en lugares
próximos, en un entorno peatonal que permite reducir el trafico motorizado, o en lugares
fácilmente accesibles por transporte público, que mejora la eficacia ambiental y social.
Un tema de debate es el concepto de ciudad accesible, la necesidad de reconsiderar los
objetivos de las políticas de transporte, dando prioridad a la accesibilidad, es decir a la
facilidad de acceso a lugares en los que se puedan obtener determinados bienes o
servicios, frente a la mejora de la movilidad en si, es decir, la facilidad indiscriminada de
desplazarse. Buscar los mismos resultados de accesibilidad con menos trafico. El debate
sobre la accesibilidad facilita la reflexión sobre las necesidades personales y locales, así
como sobre las relaciones a construir entre distintas partes de las ciudades, y por lo tanto
sobre el modelo de ciudad que queremos reconstruir.
- Una política de accesibilidad sostenible debe atender la reducción de la demanda de
desplazamientos motorizados, ofreciendo alternativas a los desplazamientos de larga
distancia, y favoreciendo la habitabilidad, dotación y diversidad de los barrios. Pero
también es necesaria la moderación del trafico en su doble faceta de reducción del numero
de vehículos y reducción de la velocidad de circulación. La reducción de la circulación de
vehículos es condición necesaria para la mejora de la accesibilidad interna, y de la
habitabilidad, de los barrios y de la ciudad. Para ello hay que penalizar el uso urbano del
coche, especialmente en las áreas y trayectos de mayor actividad, mediante medidas
fiscales y de regulación de la circulación y el aparcamiento, eliminando sus privilegios en
el uso de la ciudad respecto a los peatones y el transporte público. Por otro lado las
medidas de mejora del sistema de transporte público tiene que acompañarse paralelamente
de medidas que reduzcan la capacidad de trafico de vehículos privados, ya que si se logra
una mayor utilización del transporte público, pero se mantiene o aumenta la capacidad para
los vehículos privados, se induce una mayor utilización de los coches y el aumento del
trafico.
Un tema de debate es la necesaria aplicación integrada y en paralelo de medidas en favor
del transporte público, y de la habitabilidad de los barrios y de la accesibilidad local, junto
a una política de reducción de la utilización de los vehículos privados, especialmente en los
barrios, y las áreas y trayectos con mayor tendencia a la congestión.
- La nueva concepción de la logística de distribución de mercancías, apoyada en sistemas
de fabricación que tienden a reducir los stocks, con rápida circulación de los productos
entre la circulación y la venta, y la facilidad para el transporte por carretera desde largas
distancias, está alterando las formas de almacenamiento, distribución y comercio en las
ciudades. Se está favoreciendo el aumento de tamaño de las superficies de venta,
incompatibles con los barrios, y la compra en coche, localizando los puntos de venta en
localizaciones accesibles solo por carretera. Estas formas comerciales, contribuyen a la
desaparición del comercio local existente, obligan a la utilización del coche y aumentan el
trafico.
Un tema de debate es la búsqueda de nuevas formas comerciales de barrio, y políticas de
trafico que regulen y faciliten la distribución de mercancías en las áreas consolidadas de
la ciudad, en beneficio del comercio local y la habitabilidad de los barrios.
- Las medidas necesarias requieren no solo una adecuada planificación y gestión urbana
y del transporte, sino también, una asunción de valores urbanos y medioambientales que
permita la reorientación de la opinión pública y la cultura política. Hay que orientar a los
ciudadanos en la elección de sus desplazamientos, para optimizar los viajes hacia destinos
próximos y en medios de transporte adecuados. Para conseguirlo es necesario un gran
esfuerzo de información, el desarrollo de actuaciones ejemplares y la participación
ciudadana en la concepción y ejecución de medidas, y actuaciones, significativas. El
sistema de transporte debe contemplarse en el planeamiento estratégico de la ciudad, y
el diseño y ejecución de las redes de transporte debe de hacerse de forma integrada con
el planeamiento urbanístico, vinculando las zonas de mayor densidad de actividad, que
generan desplazamientos motorizados, con la dotación de transporte público de mayor
capacidad. Los distintos modos de transporte deben programarse en planes intermodales
y getionarse integradamente a nivel de ciudad y área metropolitana.
Un tema de debate es la necesaria articulación institucional entre administraciones para la
planificación y gestión de la política de transporte y la necesidad de incrementar la
información y participación ciudadana, especialmente dando más capacidad de decisión y
responsabilidad a los ciudadanos en la concepción de la accesibilidad y el uso del espacio
en los barrios.
- Temas específicos de debate pueden ser:
- formas de priorizar el transporte público
- mejoras en la coordinación entre los distintos modos
- medidas para asegurar un marco estable de financiación
- formas de control del aparcamiento de vehículos
- medidas de incentivación de los medios de transporte no motorizado
- políticas especificas para la movilidad en los centros urbanos
- criterios de planificación de los usos del suelo para la mejora de la accesibilidad
III. CIUDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
7. Creación de empleo: competitividad y cohesión social
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre creación de empleo en la ciudad:
- Las ciudades no pueden esperar que el desarrollo económico se produzca
espontáneamente como consecuencia de inversiones exteriores (infraestructuras, traslados
de empresas, etc.), si no que ha de responder a un proceso de dinamización social que
aproveche los propios recursos. El conjunto de acciones exógenas a concertar, y
endógenas a dinamizar, deben formar parte de una estrategia de actuación en la que se
contemplen conjuntamente las políticas de los distintos niveles de gobierno, desde lo local
a la UE, junto a las inversiones privadas y el desarrollo local.
Es necesario debatir sobre la necesidad de que las ciudades formulen estrategias de
desarrollo, lideradas por las autoridades locales, en colaboración con los distintos agentes
públicos y privados, y contemplando objetivos de sostenibilidad ambiental y cohesión
social. Para ello debe mantenerse vivo un proceso de diagnóstico y de diseño de políticas,
que contribuya a la generación de redes y la animación de los agentes.
- Las ventajas de entorno que se dan en las ciudades, especialmente en los sistemas
urbanos y metropolitanos, que facilitan la interacción de las empresas y con la innovación,
adquieren cada vez mayor importancia a pesar de las deseconomías de aglomeración. Para
aprovecharlas es necesario mejorar el ambiente productivo (formación, tecnología, tejido
industrial, infraestructuras, medio físico, etc), especialmente actuar sobre el tejido
empresarial par que sea diverso y eficiente, capaz de utilizar los recursos locales
abasteciendo los mercados próximos e integrando las actividades económicas en otros
circuitos globales.
Es necesario debatir sobre la creciente importancia de la competitividad, y la necesidad de
que se impulsen políticas de desarrollo local que pongan el mayor énfasis en la promoción
de factores de carácter inmaterial como la formación personal y la organización
empresarial, que permitan una mejor utilización de los recursos, adaptando la producción
a los cambios de los mercados. Para ello deben favorecerse redes de información y
colaboración entre los agentes locales y de estos con los del exterior.
- Algunos barrios de las ciudades y pequeños núcleos periféricos de los sistemas urbanos
y metropolitanos (o de comarcas de carácter rural) se encuentran en declive económico y
marginación social, desconectadas de los mercados laborales y de productos, requiriendo
políticas especificas de carácter local que permitan desarrollar sus propios recursos
(naturales, humanos y tecnológicos), mejorando su capacitación profesional y ambiente
productivo de forma que puedan desarrollar actividades que se integren en los circuitos
económicos, haciendo de la misma comunidad la base organizativa de la actividad
económica.
El reto del cambio económico de una ciudad, o de sus áreas en declive, dependerá
fundamentalmente de la definición de un proyecto que integre políticas de los distintos
niveles de gobierno para el desarrollo de los recursos locales, y que se asuma
colectivamente, es decir, de la existencia de redes densas de la sociedad civil que permita
su participación efectiva como sujeto activo. Ese ambiente técnico y cultural facilitará las
redes con la actividad económica exterior.
- Las nuevas tecnologías favorecen la concentración espacial del poder económico,
aumentando la capacidad de dominio de unas áreas sobre otras en las que se
descentralizan las unidades de producción. Pero a su vez permiten a estas áreas periféricas
desarrollar estrategias dinámicas, mejorando sus ambientes productivos para facilitar la
atracción de capacidad de innovación, industrialización difusa, etc.
Es necesario debatir la oportunidad de distintos sistemas de ciudades medias del país, para
acoger procesos de industrialización difusa e identificar las políticas necesarias para
favorecer estos procesos.
- Los núcleos urbanos de tamaño pequeño y mediano españoles disponen, en muchos
casos, de mercados locales de trabajo demasiado pequeños, homogéneos y dispersos, que
resultan vulnerables a los cambios regionales y globales de la economía, con graves
consecuencias sociales para la población.
Es necesario debatir sobre los mecanismos de desarrollo local en los sistemas de ciudades
pequeñas calibrando las oportunidades y conveniencia de fomentar políticas que permitan
fomentar complementariedades entre núcleos, reducir distancias, mejorar conexiones
económicas, y, en definitiva, ampliar los mercados laborales y la capacidad empresarial del
conjunto, mediante estrategias comunes y la creación de agencias de desarrollo comarcal
o subregional.
- En determinados sectores productivos y comerciales existe un amplio sector informal
integrado unas veces por pequeñas empresas de escasa productividad, otras por
trabajadores en situación irregulares que no encuentran acomodo en el mercado laboral.
Es necesario debatir los procedimientos para introducir medidas de regulación progresiva
del sector informal, facilitando la capacitación personal y la creación de pequeñas empresas
y del sector cooperativo.
8. Economía y medio ambiente
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre economía verde:
- La creciente globalización de los mercados ha generado una amplia reestructuración de
las actividades económicas y de las ciudades españolas en las ultimas décadas. Emergen
las actividades intensivas de capital, para consumo de masas, con sistemas flexibles de
producción basados en los avances tecnológicos y en una dotación de empleo reducido y
cualificado. Las estrategias de crecimiento basadas, tan solo, en políticas
macroeconómicas, no se muestran capaces de generar suficiente empleo, compensar la
desigual distribución del paro, ni reducir la progresiva insostenibilidad.
Es necesario mantener debates en torno a las características que puede tener el desarrollo
sostenible, calibrando, en cada momento y lugar, las medidas que se pueden adoptar
progresivamente, tanto en los procesos de producción y distribución como en las formas
de consumo, para reducir la insostenibilidad tendencial de los procesos actuales, y
favorecer el crecimiento del empleo. Las iniciativas deben tener en cuenta el
funcionamiento de los mercados y las posibilidades de modificarlos.
- Las ciudades son los ámbitos en los que se ha de encontrar el consenso, y crear la
cultura, para desarrollar nuevas formas de consumo, y son también lugares capaces de
acoger muchos tipos de actividad económica y reducir sus efectos sobre la sostenibilidad
global, exigiendo y controlando una producción más limpia, así como acercando las
empresas a los empleos y a los mercados locales. Es importante, por lo tanto, mejorar la
integración de las políticas económicas en las ciudades.
Debe favorecerse el debate sobre medidas que pueden tomarse en las ciudades sobre las
actividades económicas, por parte de los gobiernos de los distintos niveles, para:
- ayudar a las empresas a adoptar estos enfoques mediante regulaciones e incentivos
- favorecer una cultura de consumo menos despilfarrador y el consumo de productos
ecológicos, mediante campañas de educación y animación local que capaciten a los
consumidores
- tomar iniciativas ejemplares en el consumo corporativo, a través de los pliegos de
contratación de servicios y obras y de la gestión cotidiana.
- favorecer el desarrollo de un sector especifico de empresas ambientales que
suministre servicios, equipos y productos, que ayuden a las empresas en general a
aplicarlos.
- La asunción de externalidades o responsabilidades ambientales por parte de las
industrias puede facilitarse con el apoyo de la imposición fiscal que debería contemplar los
efectos ambientales indeseables, como el uso excesivo de energía y recursos no
renovables o la generación de residuos (especialmente los no reciclables), lo que permitiría
a su vez descargar la fiscalidad sobre la mano de obra, los ingresos, y el valor añadido.
Asimismo se podrían establecer incentivos fiscales a las inversiones respetuosas con el
medio ambiente, los productos ecológicos, los servicios ambientales, el ahorro de energía
y la implantación de energía renovable, etc.
Un tema de debate es la posible forma de aplicación de las recomendaciones recientes del
Comite de las Regiones de la UE, contenidas en la Carta de Valencia, evaluando el impacto
medioambiental de las tasas e impuestos existentes para corregirlos si son contradictorios
con las políticas ambientales, y reduciendo los impuestos sobre el trabajo y el capital a fin
de que los impuestos sobre el uso insostenible de los recursos puedan ser incrementados.
- La reducción de la insostenibilidad actual de la actividad industrial requiere la urgente
progresiva introducción de criterios ecológicos en los sistemas industriales, de modo que
globalmente la industria tienda a reorganizarse en esa dirección ofreciendo mejoras en la
sostenibilidad de cada sector, sustituyendo la aplicación de "tecnologías de fin de tubería",
para la corrección o minoración de impactos mediante la reducción de la emisión de
contaminantes, y fomentando la sustitución de los procesos industriales convencionales
por otros de "producción limpia". Sin embargo el desarrollo sostenible requerirá
importantes transformaciones, a largo plazo, en el conjunto de producción y consumo que
permitan aunar la producción con el equilibrio ecológico.
Un debate necesario abarca las medidas de control, regulación, financiación, etc.,
necesarias para la reducción de los impactos de la industrias a través de estrategias
sectoriales y locales, así como de planes ambientales de empresa. Asimismo los gobiernos
de los distintos niveles deben contemplar en sus estrategias de desarrollo para las ciudades
el fomento de sistemas industriales de producción limpia. Un debate a más largo plazo es
la posible necesidad de limites al crecimiento del consumo, especialmente en los países
desarrollados y la UE, y de la producción, en ciudades y espacios industriales específicos,
para moderar y modular la actividad económica a limites sostenibles local y
planetariamente.
- Temas de debate específicos para la mejora de la eficiencia ambiental de las actividades
económicas, que deben plantearse a los sectores empresariales, son el margen de maniobra
que estas tienen para la aplicación de distintos criterios como, por ejemplo:
- aumento de la durabilidad y reparabilidad de los productos,
- aumento de su eficacia energética,
- reducción de sistemas de envasado
- reducción de la distancia de transporte de personas y mercancías
- utilización en la producción de materiales reciclados y de recursos renovables
- diseño de productos con materiales biodegradables y reciclables.
- diseño integrado de procesos, sustitución de flujos lineales por ciclos cerrados en
la circulación de materiales.
- desconcentración de la producción y distribución
- adecuación a características tecnológicas y organizativas, y a los recursos y la
sostenibilidad locales.
- simbiosis industrial, interconectando industrias complementarias en la utilización de
recursos, productos y residuos.
- aceptación de responsabilidades ambientales en las distintas fases de vida del
producto, desde las materias primas hasta los residuos.
- aprovechamiento sostenible de los recursos locales y autolimitación de la
dependencia de suministros lejanos.
- El V Programa de acción en materia de medio ambiente de la UE, se focaliza en los
sectores industriales, energético, de transporte y turismo, y subraya la necesidad de reducir
la utilización de los recursos y la producción de residuos, implantar procesos más limpios
y evitar que se rebasen los limites de la capacidad de carga.
Un tema de debate sería el contraste de las propuestas de la UE con la practica española,
y la valoración de la actuación en estos sectores críticos, así como la valoración de otros
posibles sectores que requieran la focalización de las actuaciones en las ciudades
españolas.
- La mejora de la sostenibilidad de las actividades económicas permite la creación de
empleo en diversos sectores, permitiendo además apoyar la mayor cohesión social al
favorecer empleos locales, que facilitan el control social del mantenimiento de los recursos
naturales y el fomento de formas de economía social. Los sectores mas favorables a la
creación de empleo son el transporte local (ampliando el concepto del servicio y
adaptándolo a las necesidades de usuarios), la rehabilitación del medio ambiente urbano,
el mantenimiento y mejora de los edificios, tratamiento de residuos, etc.
Un tema de debate es la posibilidad de desarrollar actividades generadoras de empleo
vinculadas a las estrategias de mejora de la sostenibilidad en cada ciudad.
IV. CIUDAD Y COHESIÓN SOCIAL
9. Políticas de integración para grupos desfavorecidos
Propuesta de temas para debate sobre políticas sociales para grupos desfavorecidos:
10. Áreas vulnerables
Propuesta de temas para el debate sobre áreas vulnerables:
- Una realidad patente de las ciudades españolas, en estos momentos, sea cual sea su
nivel de prosperidad, es la fractura territorial en base a problemas de integración social:
- Amplios distritos, a veces pequeñas ciudades o núcleos en su casi totalidad,
acumulan problemas que las hacen social y económicamente vulnerables a nuevas
recesiones o a una progresiva dualización.
- Áreas ya instaladas en la marginalidad a través de procesos que se autorefuerzan
(paro, educación insuficiente, pobreza, desesperanza, deterioro del entorno, etc.).
- La incipiente creación y posible extensión de pequeños enclaves, con características
de guettos, como algunos poblados gitanos existentes, y otros magrebíes emergentes, que
concentran grupos especialmente desconectados o desarraigados de la sociedad, por
motivos de raza, lengua, religión y cultura.
Un tema de debate urgente es la necesidad de realizar estudios, por los distintos gobiernos
y agentes sociales, en cooperación, para la identificación de las áreas vulnerables que
existen en las ciudades españolas, y el análisis de las características de su problemática,
así como de las experiencias de actuación sobre las mismas y sus resultados. En estos
momentos organismos multilaterales como la OCDE están relizando estudios en esta línea.
- Las políticas sectoriales clásicas no permiten dar soluciones a estos problemas, siendo
necesario intervenir de forma simultanea y coordinada en varios dominios, para lograr
sinergias entre las políticas. La actuación sobre las áreas vulnerables es una oportunidad
de desarrollo económico y social, y de mejora física de la ciudad, reduciendo, al mismo
tiempo, la insostenibilidad de los barrios. El desarrollo de estas políticas exigirá plantear
nuevas formas de gobernabilidad próximas a los ciudadanos y con participación local en
su ejecución. Las políticas no pueden ser meramente asistenciales, y deben establecer
condiciones para que el mercado satisfaga mejor las necesidades de los habitantes, en
materia de vivienda, servicios, empleo, etc, fomentar formas de economía social y
mantener las políticas publicas complementarias necesarias. Las políticas básicas serán las
económicas -para la modernización de PYMES, iniciativas de desarrollo local y de
generación de empleo- y los proyectos urbanos destinados a la mejora de la habitabilidad
de los edificios y espacios públicos, con objetivos de reducción de la insostenibilidad
ambiental. Conjuntamente con ellas deberán desarrollarse políticas sociales sobre los
grupos más desfavorecidos.
Un tema de debate es la necesidad de acometer políticas localizadas, especificas para los
problemas detectados en las distintas áreas, integrando políticas sectoriales en una
actuación común, con participación de las diversas administraciones, agentes privados,
ONGs y el vecindario. Este debate se está promoviendo, en estos momentos, por la UE a
través de sus iniciativas (URBAN, Proyectos piloto, etc) existiendo varias decenas de
experiencias en curso en barrios de ciudades españolas.
- La existencia de áreas extensas con vulnerabilidad debida a problemas económicos,
sociales y urbanos (vivienda, accesibilidad, transporte, servicios, etc), requiere la puesta
en marcha de políticas preventivas, que eviten la evolución de algunos de sus barrios hacia
la exclusión, extendiendo situaciones de problemática aguda de muy difícil solución.
Muchas áreas vulnerables de las ciudades españolas no se deterioran y marginan debido
a que perviven lazos de integración social, solidaridad local y economía informal.
Un tema de debate es la forma en que se pueden instrumentar políticas que se apoyen en
la integración social aún existente en estas áreas y desarrollen políticas integradas para
superar el declive económico y el deterioro físico.
- Los barrios con problemas de exclusión y procesos autorreforzados de marginación,
necesitan, especialmente, políticas que fomenten la articulación social, donde se ha
deteriorado, impulsando el restablecimiento del sistema de relaciones sociales y de lazos
de proximidad de las comunidades locales. Para ello se debe aprovechar la dinámica de los
programas integrados de intervención pública, incorporando al vecindario a la definición y
desarrollo de los programas, fomentando la responsabilidad personal y comunitaria. La
aparición de enclaves de exclusión puede acelerarse, si no se ponen en marcha políticas
de integración para la inmigración extranjera de menores recursos económicos,
especialmente la de origen africano, asiático y de algunos países latinoamericanos. La
aparición de estos enclaves en áreas urbanas con edificios degradados, como ocurre
habitualmente en muchas ciudades europeas, puede incluir también otros grupos de
población en situación de exclusión grave y prolongada, ya que estos enclaves acaban
siendo el refugio de la población mas marginada.
Es necesario debatir sobre las características específicas que deben tener las políticas
integradas en los enclaves marginados, y las políticas de integración que deben abordarse
a nivel general para evitar que ciertos grupos sociales sufran estos procesos de
marginación.
- La políticas integradas exigen el desarrollo de nuevas formas de organización y trabajo
en la intervención. No se trata tanto de hacer más, como de hacerlo de otra manera,
modernizando los sistemas de intervención en los barrios vulnerables. Hay que crear en
estos proyectos nuevas estructuras de comunicación y cooperación, con participación de
las iniciativas publica y privada, pero también y especialmente de las estructuras
administrativas (políticos y técnicos), los vecinos y el voluntariado. Es un trabajo de
creación de redes de cooperación, y de estructuras de información, toma de decisiones y
desarrollo de proyectos, en cada barrio y ciudad. Las redes pueden desarrollar la cultura
de intervención en barrios vulnerables y permitir progresar en el conocimiento de los
problemas, la forma de diagnosticarlos (temas de estudio, indicadores de seguimiento,
etc.), y la transmisión de los conocimientos y las experiencias entre barrios y ciudades.
Un tema de debate es la forma de apoyar la creación de redes de barrios vulnerables en los
que se están desarrollando intervenciones, para intercambiar experiencias y difundirlas a
otros barrios y ciudades que vayan detectando la necesidad de actuación. Para ello deben
apoyarse desde las administraciones proyectos piloto, grupos de diagnóstico de problemas
y de evaluación de proyectos, observatorios, seminarios, documentación de casos, etc
V. PROMOVER LA CIUDADANÍA
11. El barrio
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre el barrio y la escala local:
- Los barrios carecen normalmente de condiciones suficientes de habitabilidad. La falta
de diversidad social y funcional, que resulta del urbanismo vigente y los mecanismos de
mercado, conduce a que los barrios no dispongan, muchas veces, de servicios y
dotaciones básicos próximos, obligando a la utilización de medios motorizados de
transporte, ni provean a los vecinos de un medio ambiente local satisfactorio, y un medio
urbano propicio para la integración social, el desarrollo cultural y la localización de
actividades económicas apropiadas.
Un tema para el debate es el papel fundamental que el barrio tiene para la satisfacción del
derecho a la ciudad, y las formas en que los ayuntamientos pueden colaborar con el
vecindario y los empresarios locales, u otros de la ciudad, para liderar la promoción de
actuaciones que faciliten que cada barrio tenga mayor diversidad social y funcional.
- La edificación existente y la urbanización de los espacios abiertos presenta en muchas
áreas necesidades de rehabilitación, y en general falta de adecuación a objetivos de
sostenibildad. Los edificios carecen de la suficiente eficiencia en el consumo de energía y
agua, y en la disposición de residuos. Los espacios públicos no están adaptados al uso del
vecindario, carecen de la suficiente vegetación e interconexión, y están invadidos por el
coche con molestias por contaminación, ruido y falta de seguridad. El paisaje urbano local
no se cuida lo suficiente, y la participación del vecindario en la gestión del espacio público
es mínima.
Un tema de debate es la mejora de los barrios, su edificación y medio ambiente urbano,
con participación del vecindario. Existen ejemplos que deben analizarse, difundirse y
mejorarse, como algunas áreas de rehabilitación integral y programas (Barcelona, Bilbao,
Valencia, etc.) y de mejora de los espacios públicos y la accesibilidad local (S.Sebastián,
Gerona, etc.).
- La vitalidad de los barrios, de sus actividades económicas sociales y culturales, es
esencial para incrementar las relaciones sociales y la integración, fomentando el arraigo y
el interés por los temas locales. La constitución de asociaciones para el desarrollo de
distintos tipos de actividades y la participación en la gestión de servicios locales, permite
una mayor cohesión social y facilita la representación de los distintos intereses locales ante
las instituciones, contribuyendo a la mejora de la ciudad.
Un tema de debate es la identificación de formas de participación en la gestión, y de
descentralización de ciertas funciones y servicios, el fomento del voluntariado y el
asociacionismo y las formas de articular la representación vecinal ante las instituciones.
En la selección de buenas practicas españolas para Habitat se encuentran casos
interesantes con base del debate.
- Los casos de barrios con degradación y declive agudo deben someterse a políticas
especificas de actuación que se proponen en el Foro de áreas vulnerables, pero en la
mayoría de los barrios existen grupos sociales vulnerables diseminados que requieren
atención especial o medidas especificas de discriminación positiva (parados de larga
duración, jóvenes sin primer empleo, núcleos familiares de tercera edad, monoparentales,
etc.).
Es necesario debatir las formas de atender a nivel local, o teniendo en cuenta las
características locales, la problemática social de los grupos sociales vulnerables.
- Otros temas de debate en relación con el barrio están relacionados con la necesidad de
que se contemple la "escala local" en la toma de decisiones de las políticas sectoriales de
loa distintos niveles de la administración:
- El barrio es una escala fundamental para el análisis de los problemas económicos,
sociales, urbanos o ambientales de las ciudades, que pone en contacto las políticas con
la realidad social, y facilita la definición de soluciones y la instrumentación a través del
estudio de los problemas y la búsqueda de propuestas de actuación de forma interactiva
con los agentes sociales locales.
- Las actuaciones y políticas sectoriales de todas las administraciones deben
someterse a un análisis del impacto local urbano, incluyendo aspectos sociales,
económicos y ambientales, en la fase de toma de decisiones y no solo cuando ya están
diseñadas, con el fin de aplicarlas optimizando sus efectos locales, y acompañándolas, en
su caso, de medidas complementarias que reduzcan y compensen los impacto negativos.
- Temas específicos de debate, pueden ser los nuevos elementos urbanos con los que
intervenir en la renovación de los barrios, las situaciones en las que deben utilizarse, y la
forma de utilizarlos:
- Espacios multifuncionales
- Diversidad en los barrios
- Operaciones de rehabilitación de barrios creando diversidad y usos mixtos
- Mejora del medio urbano de los barrios. Ecocentros, talleres rehabilitación. Reciclado.
Viveros.
- Programación socio-cultural. Educación, salud, cultura, servicios sociales.
- Mejorar, ampliar y diversificar el ambiente productivo local. Apoyo a la formación,
modernización del tejido empresarial y a la generación de empleo y empresas.
12. Mujer y ciudad
Propuesta de temas para debate sobre mujer y ciudad:
- El tema de la discriminación por razón de género en la sociedad actual, especialmente
en lo que se refiere a los aspectos espaciales de la misma, suscita una serie de polémicas
que es conveniente tratar de forma específica ya que puede considerarse como una
expresión más de los problemas experimentados por los grupos socialmente
minusvalorados.
Las relaciones de género han experimentado un cambio notable durante los últimos años
en España. Se ha producido en nuestra sociedad un cambio cultural impredecible hace sólo
una década, cuyo mayor impacto procede de la transformación del rol de la mujer en la
sociedad y del aumento de la conciencia ecológica. La incorporación masiva de las mujeres
al mercado de trabajo ha traído consigo cambios notables en la vida cotidiana de las
mujeres a la vez que conduce a un replanteamiento profundo de las relaciones hombre-mujer. Se trata de una auténtica revolución que no ha hecho más que comenzar y que, en
su periodo inicial, pasa por situaciones de extrema dureza para la mujer que se ve
conminada con frecuencia a doble jornada de trabajo, compaginando la actividad laboral
en el exterior con el trabajo doméstico en la que se incluye la asistencia y responsabilidad
de los familiares más dependientes.
La frecuente exigencia de esa doble jornada lleva a una mayor dependencia de sistemas
de transporte y de redes de servicios, entre otros los comerciales, lo que implica una
discrimación asimismo mayor en relación con el tiempo y la disponibilidad de recursos de
transporte autónomos.
Un tema de debate sería analizar la complejidad de la doble jornada en desplazamientos,
responsabilidades, acceso a servicios y comercios para una mayoría de las mujeres. Los
estudios de uso del tiempo y del espacio comparados hombre-mujer ofrecen una disparidad
enorme entre las pautas de comportamiento de unos y otros que reflejan esta situación.
Sin embargo el planeamiento considera un único sujeto de sus análisis y proyecciones: el
ciudadano, sin entrar a analizar los diferentes modos de vida y sus implicaciones en el
diseño de la ciudad. Esta simplificación es en parte causa de la inadecuación de su
soluciones. Por ejemplo, la ciudad segregada con separación de usos comerciales y
residenciales multiplica los desplazamientos y desertiza los espacios públicos, con mayor
impacto en el uso del tiempo y en la seguridad de las mujeres.
- La transformación que experimentan en la actualidad las familias, con el paso de un
modelo familiar ortodoxo a una familia simétrica en la que tienden a desaparecer los
sistemas de dependencia, supone una serie de consecuencias sobre los hogares que
repercute directamente sobre las necesidades residenciales. El desarrollo de las familias
monoparentales, el incremento de las separaciones matrimoniales y el aumento de los
hogares unipersonales no son ajenos a este cambio.
Un tema a debatir sería considerar en especial los procesos de cambio en modos de vida
desde la perspectiva de las nuevas relaciones de género, del trabajo de la mujer, de las
nuevas situaciones familiares, de modo que no recaigan en la vida cotidiana de la mujer
las disfunciones fruto de la falta de previsión o innovación de los planificadores.Estudiar
los comportamientos emergentes para vencer la inercia del planeamiento tradicional en la
toma de decisiones.
- La mujer asume buena parte del del trabajo doméstico y comunitario que contribuye al
mantenimiento de la sociedad, mientras que su participación en los órganos de poder y en
los puestos de responsabilidad pública es muy baja. Ello repercute directamente sobre la
actuación sobre la ciudad, en la que influyen en mucha mayor medida la presión de los
grupos de presión económicos.
Otro tema a debatir sería la invisibilidad de parte del trabajo de la mujer: acumula buena
parte del trabajo real, doméstico y comunitario, que mantiene la ciudad pero aún tiene muy
poca participación en el poder económico y laboral formal. El planeamiento ha tendido a
sobrevalorar en los últimos tiempos los aspectos económicos, olvidando temas sociales y
de marco de vida cotidiana, con lo que refleja mínimamente los intereses de la mayoría de
las mujeres. La voz de los grupos de presión económicos está sobrevalorada en los
procesos de producción de la ciudad, mientras que no aparece la presencia de las
responsables de táreas de reproducción y mantenimiento invisibles en los números de la
macroeconomía.
- Hay un porcentaje desproporcionado de mujeres en todos los grupos sociales que
sufren en mayor medida los impactos negativos de la ciudad en su última evolución
(personas en paro, salarios insuficientes, hogares monoparentales, personas sin coche
propio, largos desplazamientos al trabajo, economía informal). Parece obvio que para todos
estos grupos, las consecuencias del mal funcionamiento de servicios públicos, la
congestión del transporte público, la falta de equipamientos de proximidad a la vivienda
producto del "zoning" tienen peores consecuencias que para aquellos que se desplazan en
coche propio, poseen plaza de garaje o tienen un nivel económico suficiente para pagar
servicios privados. Consecuencia de esta presencia en grupos vulnerables es la mayor
sensibilidad a los impactos negativos para la vida cotidiana de la actual evolución de las
ciudades.
Un tercer debate se relacionaría con el análisis en profundiodad de temas urbanos que
afectan especialmente a la mujer. Po ejemplo, la falta de seguridad en las calles de la
ciudad, la creciente violencia en el medio urbano relacionada con fenómenos de falta de
cohesión social afecta especialmente a la mujer que no utiliza la violencia personal como
medio de defensa y que presenta además el riesgo añadido de ser víctima de agresiones
sexuales, en unas cifras nada desdeñables.
- El planteamiento de una nueva ciudad más rica y compleja se enriquece con las
aportaciones específicas de los distintos grupos sin voz hasta ahora. No se deberían evitar
los planteamientos parciales como tales, sino aprovechar la información y la diversidad que
pueden aportar a un nuevo planteamiento más basado en la sociabilidad que en el mercado.
En un nuevo planteamiento para intervenir en la ciudad, basado en una mayor participación
de la comunidad en las decisiones que la afectan y en la búsqueda de una mayor riqueza
y diversidad de relaciones, se encuadrarían unos objetivos en relación a los temas de
género que podrían ser:
- Análisis diferenciados por género que hagan aflorar los problemas de la vida
cotidiana de la mujer que hoy por hoy representan también los de los otros colectivos poco
representados (niños, tercera edad, parados..).
- Determinar indicadores socioeconómicos y culturales de la ciudad, desde el punto
de vista de la mujer, para iniciar un proceso de sensibilización que reflexione sobre el factor
género. Mejorar los procesos de información bottom-up y top-down en este tema también.
- Considerar en especial los procesos de cambio en modos de vida relacionados con
las nuevas relaciones de género, con el trabajo de la mujer, con las estructuras familiares
emergentes ... para que no recaigan en la vida cotidiana de la mujer las disfunciones
producto de la falta de previsión o de innovación de los planificadores. El planeamiento
tiende a ser estático, a ir un poco por detrás de los rápidos cambios en tendencias y modos
de vida.
- Ampliar el rol de los distintos agentes sociales que participan en las discusiones y
debates sobre la intervención en la ciudad, dando un papel principal a la mujer, mediante
mecanismos de discriminación positiva si es necesario dada la falta de implicación actual.
- Participación de la mujer en los procesos de toma de decisiones, tanto profesionales
como asociaciones o grupos de presión, para que sus intereses se vean cumplidamente
representados.
- Análisis en profundidad de temas que afectan especialmente a la mujer como la
inseguridad en el uso del espacio público. Estudiar las razones profundas del incremento
de violencia en las ciudades, relacionado a veces con el impacto de políticas de distribución
de usos. Las mujeres, y con ellas el resto de los ciudadanos tienen derecho a desplazarse
con plena seguridad por la ciudad para poder disfrutar plenamente de la vida económica,
social y cultural de la ciudad.
VI. UNA NUEVA GOBERNABILIDAD PARA LA CIUDAD
13. Democracia local
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre democracia local:
- El sentimiento de ciudadanía se apoya sobre la existencia o la reivindicación de, unas
condiciones materiales (barrio, accesibilidad, ciudad), socio-económicas (empleo, políticas
sociales de discriminación positiva, cualificación profesional,etc.), culturales (identidad
ciudadana, socialización de la comunicación, etc.) y políticas (asociociacionismo,
participación, solidaridad, igualdad política y jurídica, etc.). Sobre estas bases se desarrolla
la conciencia de lo local y la defensa de valores locales, como expresión diferenciadora en
un mundo que tiende a la globalidad, permitiendo desarrollar nuevas formas de
gobernabilidad, que asienten y catalicen estos valores sin que ello suponga una
diferenciación negativa que implique el rechazo de lo ajeno de forma insolidaria e incluso
xenófoba. Los gobiernos locales deben garantizar a los ciudadanos la igualdad política y
promover la igualdad de oportunidades, independientemente del género y de su origen
nacional o étnico y valores culturales o religiosos.
Un tema de debate es la necesidad de que los gobiernos promuevan, especialmente a nivel
local, la vida colectiva y el asociacionismo de todos los grupos sociales, especialmente de
los que requieran mayor atención pública por su menor nivel de integración social urbana,
vinculandolo a la identificación del ciudadano de forma solidaria con los valores y la gestión
publica de su territorio, su ciudad y su barrio.
- La actuación pública debe hacerse al nivel más próximo a la población que sea posible,
para facilitar el contacto con el ciudadano, adecuando la aplicación de las medidas a las
necesidades locales y facilitando la comprensión y adaptación de las políticas. Este
principio de subsidiariedad, es un objetivo fundamental para la gobernabilidad en la Unión
Europea. A los ayuntamientos, al ser los gobiernos mas próximos a la población, les
corresponden las actuaciones locales, como las políticas integradas para la promoción de
empleo, cohesión social, habitabilidad, sostenibilidad, etc. En las grandes ciudades la
gestión democrática requiere acercar el gobierno al ciudadano, mediante la creación de
estructuras descentralizadas dotadas de legitimidad política, competencias locales y
capacidad administrativa.
Debe favorecerse el debate sobre las diversas formas de descentralización de la actuación
municipal, acercando las actividades al ciudadano, para mejorar su eficacia y facilitar la
participación del voluntariado y el asociacionismo local. En las grandes ciudades se deber
contemplar la creación de áreas o circunscripciones descentralizadas con competencias
locales diversas.
- Un objetivo prioritario de la gestión democrática de los ayuntamientos debe ser el
desarrollo de los sistemas de participación ciudadana en la toma de decisiones en la
elaboración de programas, la ejecución de actuaciones y la gestión de servicios. Las
actuaciones y servicios más directamente aplicados en los barrios requieren la participación
directa de los vecinos, como responsables, por lo que debe concebirse su instrumentación
con fórmulas de cooperación, uno de cuyos objetivos debe ser favorecer la articularización
social y la responsablización vecinal o de los usuarios, en el control de la gestión posterior
y en el mantenimiento de las áreas y servicios. El marco político-legal del Estado debe ser
suficientemente abierto para permitir la innovación política en la gestión local, desarrollando
formulas diversas y especificas de representación, gestión y participación. Para ello será
necesario utilizar instrumentos de carácter normativo, financiero, cooperativo, cultural y
comunicacional. La relación con los administrados es, junto con la participación ciudadana,
probablemente, uno de los campos que requieren mayor esfuerzo de innovación, facilitando
el acceso de los ciudadanos a la Administración (ventanilla única, telegestiones, etc.) y
fomentando la comunicación amplia y generalizada, utilizando todo tipo de medios, que
faciliten el acceso a la información, y la relación personal directa o a través de colectivos.
Es necesario debatir las formas más adecuadas para abrir la administración local a la
participación ciudadana y desarrollar normativas que permitan formas variadas y flexibles
en las distintas fases de la actuación pública.
- La reforma política de los gobiernos locales, puede ser necesaria para superar la
confrontación que existe en muchos ayuntamientos entre el legislativo y el ejecutivo,
cuando se presentan determinadas circunstancias que impiden la formación de mayorías
que faciliten la gobernabilidad, dificultando el desarrollo de una adecuada gestión municipal
y la continuidad de medidas de efecto a medio y largo plazo. Entre las propuestas que se
deben estudiar se encuentran la elección directa de Alcalde (incluidos los locales y los
presidentes de distrito), la homologación entre mayoría ejecutiva y legislativa, el
alargamiento de los mandatos, la atribución de puestos ejecutivos a profesionales por
períodos que no estén vinculados a la duración de los mandatos políticos, etc.
Un tema de debate son las reformas políticas que serían convenientes para la mejora de
los ayuntamientos, especialmente en las ciudades.
14. Administración local
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre la organización y capacidad de gestión
de la administración local:
- La democracia local y la descentralización de los sistemas políticos territoriales parecen
hoy en día un corolario indispensable de las tendencias a la globalización de la economía,
a las estructuras políticas supraestatales y a la complejidad económico-social y la
colaboración público-privada. El principio de proximidad o subsidiariedad, permite
establecer una relación directa de la organización representativa y la estructura
administrativa, con el territorio y la población local. Para que esta oportunidad sea efectiva
se requiere dotar a los ayuntamientos de mayor autonomía local, de forma que dispongan
de capacidad de autorganización, mayores competencias en las actividades públicas de
gestión descentralizada y disponibilidad de recursos propios. Sobre estas bases los
gobiernos locales deberán y podrán asumir un rol de liderazgo promotor, ante los desafíos
a que se enfrentan las ciudades, favoreciendo la coordinación de la actuación publica de
las distintas administraciones y organismos, la incorporación del sector privado y la
participación ciudadana.
Hay que promover el debate sobre la necesidad de fomentar el liderazgo de los
ayuntamientos en la coordinación y promoción de actuaciones en las ciudades.
Paralelamente es necesario debatir la aplicación del principio de subsidiariedad en distintos
campos de la actuación publica.
- El liderazgo municipal debe centrarse en la promoción interna de la ciudad, planteando
objetivos y propuestas que favorezcan en sus habitantes de sentido de pertenencia,
voluntad de participación colectiva y confianza e ilusión en el futuro de la ciudad y sus
barrios. Para ello el ayuntamiento deberá promover:
- El desarrollo de la descentralización administrativa en el gobierno local y el impulso de
la participación ciudadana en la toma de decisiones exige por parte de los poderes locales
unos requisitos básicos que incluyen, una transparencia informativa sobre las decisiones
municipales, un esfuerzo de formación de los ciudadanos sobre los temas básicos que les
atañen, y ecuanimidad a la hora de recoger las aportaciones de todos los grupos sociales,
sin desechar el recurso al referéndum cuando la magnitud del problema y de sus efectos
lo aconsejen. Es necesaria la revisión de la organización interna de una buena parte de los
gobiernos locales ya que a pesar de los esfuerzos realizados en este sentido, sus
estructuras organizativas siguen basadas en el control de actividades. Los ayuntamientos
deben dotarse de organizaciones administrativas bien formadas técnicamente y con una
eficaz estructura organizativa, modernizando los servicios internos y estableciendo
sistemas de formación continua entre los funcionarios.
Hay que favorecer el debate sobre las necesidades de reorganización interna de los
ayuntamientos para que sean capaces de desarrollar el rol de liderazgo promotor que las
ciudades necesitan.
- Los ayuntamientos deben asumir una cuota de responsabilidad en el ejercicio de las
competencias y funciones que tradicionalmente han estado reservadas a las
Administraciones de nivel superior, y, también, actuar empresarialmente en el mercado
como el sector privado, para desarrollar actividades cuya gestión esté relacionada con la
problemática que requiere un tratamiento a nivel local, sean cuales fueren los factores
causantes de la misma y los organismos competentes para abordarla. El tratamiento local,
normalmente a nivel de barrio, que requieren estas actuaciones, exige una fuerte
innovación político-administrativa, cooperación interadministrativa y participación
ciudadana, ya que no son adecuadas ni las acciones unilaterales administrativas ni la
remisión a mecanismos de mercado. Los bloques competenciales que reúnen condiciones
para ensayar nuevas formas de gestión y gobierno local, son:
- el económico: promoviendo desarrollo local para la generación de empleo,
participando en el lanzamiento de actividades estratégicas para la economía de la ciudad.
impulsando la infraestructura adecuada a los distintos tipos de actividad económica,
participando en empresas publicas y mixtas competitivas para realizar estas u otras
actividades requeridas por la ciudad, etc.
- el urbanístico, de vivienda y medio ambiente: participando de forma mas estrecha
con los demás niveles de la administración y el sector privado, e incorporando al conjunto
de la sociedad civil, en las decisiones de inversión sobre la rehabilitación de la ciudad y los
barrios, la construcción de grandes obras públicas, la recuperación de áreas en declive y
de suelo ocupado por instalaciones obsoletas, las medidas de reducción de la
insostenibilidad y mejora medio ambiental, etc.
- las infraestructuras de servicios, transportes y comunicaciones: en la financiación
de las redes, integración de barreras urbanas, y mantenimiento de los servicios; en la
relación con las empresas concesionarias para la planificación y para la gestión de los
servicios; o ante la posibilidad de tomar iniciativas empresariales novedosas.
- el social y cultural: gestionando y/o coordinando los programas y proyectos, públicos
o mixtos, que distintas instituciones desarrollan en la ciudad, y desarrollando formas de
cooperación público-privada. Los campos principales son los de vivienda y urbanización
básica en cooperación con los propios habitantes, la generación de empleo en actividades
que atiendan el mercado local y los servicios, y el desarrollo de la oferta cultural de ciudad
y de barrio. La participación en programas de educación y sanidad a nivel de gestión de las
redes básicas, es también importante.
- la seguridad ciudadana y la justicia: desarrollando funciones coordinadoras sobre la
base de su capacidad y el principio de proximidad (seguridad de enclaves y edificios
públicos, tráfico, pequeña delincuencia, etc), promoviendo políticas preventivas y/o
sancionadoras, llegando a plantear un posible contenido a una justicia municipal, etc.
Es necesario profundizar en el debate de la posible y conveniente ampliación de
competencias municipales, analizando distintos bloques competenciales y las
consecuencias sociales, económicas y políticas, de una nueva forma de gestión. Parte de
estos temas se están debatiendo ya en relación con el denominado Pacto local.
- La distribución del gasto público está lejos de los niveles de otros países europeos, que
se orientan a estructuras federales o descentralizadas, en los que los gobiernos territoriales
controlan un 50% del gasto. La financiación de los ayuntamientos debe ser en gran parte
automática por medio de ingresos propios y participación en impuestos nacionales (IRPF
o IVA), dejando las aportaciones de otras administraciones para políticas compensatorias
de reequilibrio, y para instrumentos finalistas de cooperación mediante actuaciones o
programas concretos. Finalmente, la financiación de los entes locales, una vez cubiertos
los servicios mínimos, debe orientarse a la financiación por objetivos, programas o
proyectos específicos consensuados con la sociedad civil. La consideración de distintos
proyectos debe contemplar los impactos, o efectos, económicos, físicos, sociales y medio
ambientales, realizando un balance global.
Es necesario profundizar en el debate sobre la necesaria ampliación de la financiación local,
contemplando las competencias locales que pueden desarrollar los ayuntamientos. Este
debate se esta desarrollando ya actualmente en la negociación del denominado Pacto local,
en la que se reclama una financiación 50-25-25 entre los tres niveles de la administración.
- La cooperación público-privada requiere nuevas formas de regulación jurídica y
financiera, que partiendo del desarrollo de la cooperación interadministrativa, como marco
que garantías y seguridad de actuación para otros agentes, permita establecer líneas
estratégicas de actuación conjunta y proyectos de cooperación. Las aportaciones publicas
y privadas en las actuaciones coparticipadas concretas (Consorcios, sociedades mixtas,
etc), deberán establecerse en función de los beneficios colectivos y particulares que se
prevean. La gestión indirecta de servicios públicos es otra forma de cooperación, que debe
utilizar fórmulas de concesión y contratación que garanticen la universalidad necesaria del
servicio, utilizando empresas publicas, mixtas o privadas.
Es necesario debatir sobre las formas de desarrollar la cooperación público-privada en la
gestión de actuaciones y servicios públicos, incorporando al sector privado a la financiación
y gestión de las actividades siempre que pueda mejorar su eficiencia, bajo las directrices
publicas y con un control social eficaz de la gestión.
- Los servicios y actividades públicas deben desarrollarse con criterios de gestión
empresarial. Los modelos deben ser diversos y con claras directrices públicas y
transparencia y publicidad en la gestión. Los servicios o actividades que pueden desgajarse
de los servicios generales, por su relativa autonomía, pueden gestionarse a través de
Centros gestores autónomos (Consorcios, Empresas publicas, Institutos, Patronatos, etc.)
con ingresos propio, siempre que sea posible, control político a través de un consejo de
administración y control del gasto por auditoría. El control político y social de la prestación
de los servicios públicos en los que se opte por formulas de concesión y contratación
empresas privadas que muestren una gestión mas eficiente, se facilitará normalmente, si
se constituyen sociedades mixtas que mantienen una vinculación del sector público a la
gestión del servicio. Entre las actividades más características que se pueden gestionar por
estas formulas de descentralización funcional se encuentran las empresas para la
promoción inmobiliaria (suelo, vivienda y actuaciones urbanísticas especiales), los
Consorcios de servicios (transporte, residuos, agua, etc.), las Agencias de desarrollo local,
Institutos de deportes, Patronatos de cultura, etc...
Un tema de debate es la identificación de los sectores en que se puede mejorar la
gobernabilidad y la modernización de la gestión municipal, mediante una correcta
descentralización funcional con criterios empresariales, creando agencias "ad hoc" para
programas o actuaciones especificas. Este debate debe incluir la determinación de las
formas de control público de la actuación de estas agencias, tanto por la corporación
municipal como por los usuarios y/o vecinos directamente afectados.
15. Política de ciudades y cooperación interadministrativa
Propuesta de temas para debate en un Foro sobre cooperación institucional:
- El reconocimiento del significado de las ciudades para el desarrollo sostenido y, por lo
tanto, para el logro de los objetivos de competitividad, cohesión social y cosen, debe
conducir a la colaboración de todas las administraciones en un política de ciudades. El
gobierno central, y la articulación de competencias descentralizadas en el Estado de las
autonomías español, representan el marco principal de las políticas publicas. Sin embargo
la articulación de los valores, objetivos y políticas nacionales, con lo local donde se aplican
y tienen que optimizarse sus efectos, necesita formulas de participación de las
administraciones locales. La cooperación interadministrativa es, sin embargo, una realidad
escasamente institucionalizada en nuestro país, que debe regularse e impulsarse desde el
gobierno central y el parlamento, que son quienes tienen los medios y la legitimidad formal
para hacerlo.
Es necesario plantear el debate sobre la necesidad de una política de ciudades a nivel
nacional, que articule los esfuerzos de todas las administraciones a través de mecanismos
de cooperación, para hacer frente a los desafíos actuales.
- Una política de ciudades debe centrarse en la integración y concertación de las políticas
de las distintas administraciones y organismos en las ciudades. Hay políticas que competen
a distintas administraciones que se aplican directamente en las ciudades o las afectan de
forma significativa. Es preciso aplicar progresivamente a las políticas sobre las ciudades
los principios del federalismo cooperativo, que se desarrollan en los estados
descentralizados europeos, empleando las relaciones de concertación, a través de formas
consorciales y contractuales, reduciendo las relaciones jerárquicas que priorizan
competencias supuestamente excluyentes. El Tribunal Constitucional en las sentencias por
causas derivadas de la concurrencia de competencias, siempre recomienda la cooperación
entre administraciones. En la ultima década se han desarrollado en el país distintas
formulas de cooperación interadministrativa como convenios, consorcios, sociedades
mixtas y contratos-programa, que deben desarrollarse como un marco de actuación para
la política de ciudades. La experiencia de actuación de otros países europeos,
especialmente en Francia y Holanda, puede servir para plantear nuevas soluciones.
Es necesario debatir sobre el marco jurídico e institucional necesario para el desarrollo de
un política de ciudades en la que participen todas las administraciones a través de
instrumentos de cooperación.
- El desarrollo de la autonomía local permite establecer un nuevo tipo de relaciones con
los demás niveles de la administración, estableciendo formas contractuales para ejercer o
compartir la coordinación de funciones como las comunicaciones, el transporte urbano, la
promoción económica de la ciudad y la generación de empleo, la seguridad ciudadana,
planes medioambientales, o programas de lucha contra la pobreza, grandes operaciones
de desarrollo urbano, etc. En todos estos campos es conveniente y, normalmente
necesaria, la concertación de las actuaciones de distintas administraciones, y muchas
veces la cooperación a través de instrumentos "ad hoc".
El debate sobre la modernización, reforma política y ampliación de competencias de la
administración local, debe considerar que uno de los objetivos de la consolidación de los
ayuntamientos en su papel de liderazgo promotor, será facilitar la cooperación
interadministrativa en la política de ciudades.
- El gobierno de las metrópolis españolas no está resuelto desde la creación del Estado
de las autonomías y el impulso de los ayuntamientos democráticos. En las áreas
metropolitanas y otros sistemas urbanos, cuyos territorios están muy articulados
funcionalmente, actúan distintas administraciones publicas y otros agentes que proveen
servicios públicos, superponiendo sus competencias y actuaciones. La cooperación
interadministrativa en estos casos no debe ser tan solo un mecanismo de relación
contractual, sino que requerirá la creación de formulas plurimunicipales de programación
conjunta y gestión compartida, e incluso formulas de gobierno que permitan, en su caso,
desarrollar por si mismas determinado tipo de actuaciones de interés plurimunicipal. El
gobierno metropolitano debe, sin embargo, entenderse más como una relación consorcial
o contractual entre administraciones, que como una relación jerárquica.
Un tema de debate es la tratamiento que debe darse al gobierno de las metrópolis, como
ciudades plurimunicipales, para abordar coordinadamente las actuaciones y servicios
necesarios, manteniendo la legitimidad política y social, frente a las comunidades locales.
- La articulación de una Política de ciudades entre los distintos niveles de la
administración, requiere que se establezcan a los distintos niveles marcos estratégicos de
actuación que permitan identificar actuaciones selectivas que desarrollen sinergias en el
espacio y en el tiempo, y que requieran la cooperación en su instrumentación. Para ello es
conveniente que se formulen planes estratégicos de desarrollo sostenible a nivel nacional,
regional y de ciudad, contemplando los objetivos de competitividad, cohesión social y
cosen, y que se reorienten con estos criterios los planes territoriales, de infraestructuras,
urbanismo, etc. Los planes estratégicos deben entenderse como continuos y deslizantes,
realizando informes anuales sobre la evolución de la situación de la ciudad y sus barrios,
y de los ecosistemas próximos, y sobre las actuaciones en curso y sus resultados.
Es necesario debatir sobre el contenido de los Planes estratégicos de desarrollo sostenible,
y los niveles y procedimientos que pueden utilizarse para su formulación.
- La cooperación es muy importante en la recogida de información sobre las ciudades,
y las políticas y actuaciones que se desarrollan. Es deseable contar con un observatorio
urbano que se mantenga permanentemente actualizado y sirva para conocer la evolución
de los indicadores básicos sobre la competitividad, cohesión social y cosen de las
ciudades. También deben establecerse procedimientos de seguimiento y evaluación de las
actuaciones que se están ejecutando, y de su impacto local.
Es necesario favorecer el debate y la investigación y desarrollo sobre indicadores urbanos
y métodos de seguimiento y evaluación de políticas, y sobre la necesidad inmediata de
desarrollar observatorios urbanos con la colaboración de todas las administraciones.
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Félix Arias Goytre
Isabel Velázquez Valoria
Fecha de referencia: 28-02-1997