Arco dulce de ???g y tres horas de montaje |
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Arco apuntado, formado por dos arcos de circunferencia (aprox). Todos los terrones tienen
la forma original, excepto los dos empleados como salmer, en los
arranques del arco, y el empleado como clave, que fueron
tallados con lija y serrucho de madera. Se modelaron algunas dovelas a fin de hacerlas más grandes que el
terrón original. Dispuestos los terrones que rodean la dovela en
cuestión, se rellena con azúcar granulado el hueco hasta la mitad
del espesor, se moja mediante una jeringuilla cargada con agua, se
rellena todo el espesor, se enrasa y vuelve a mojar. Para el
secado se empleo una plancha, con y sin vapor. El arco resiste su propio peso y algo de carga útil (no cuantificada).
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Arco completo, todavía cimbrado
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Arco completo y sin cimbra (una lámina de cartón grueso, arriba
de la imagen)
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Primera prueba cualitativa con carga útil
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El conjunto tiene 1.460g. Una vez se rompa el arco, se pesará el
atril y el vidrio de apoyo, para averiguar el peso del arco.
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La masa del arco finalmente fue de 1.460-1.030= 430g.
La carga útil que se necesitó para romperlo fue de 18,7N. Por lo
que su rendimiento en carga puede cifrarse en
18,7/(18,7+4,3)=81%. Romperlo fue laborioso y hubo
sorpresas. Sigue el reportaje.
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Arco dulce de 430g y tres horas de montaje |
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Primera prueba de carga, tornillo+tuerca+arandelas, en columnas.
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Segunda prueba de carga, tornillo+tuercas, tumbados.
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La impresionante rigidez del arco (ni un milímetro de descenso
en la clave), primero hizo dudar de que pudiera romperse con
medios domésticos; y después de que había gato encerrado: ¿no
estaría pegado el arco al vidrio a través del azúcar usado para el
moldeado?
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Efectivamente, las dovelas del arco se habían quedado pegadas al
vidrio de apoyo: en vez apenas rozamiento, teníamos una unión
muy resistente con el plano de apoyo. Se comprobó intentando deslizar el arco sobre el vidrio,
lo que fue imposible.
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Tras un laborioso proceso de despegue, en el que se recuperó el
simple contacto entre piezas, tras la oportuna rotura de uniones
débiles, se obtuvo este arco que, salvo el tamaño, cumple con el
resto de condiciones del enunciado.
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falta |
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Se marco en un papel la altura de la clave antes de empezar a
cargar. Algo antes de la rotura final, la clave había descendido 5mm.
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También se comparó la forma del arco, con ese descenso, con la
forma de la cimbra que sirvió para construirlo. Ya se vé que,
además del descenso de la clave, los salmeres se separaron: los
arcos bajo pesos descienden y se abren... |
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Hay una cuestión que merece reflexión:
¿cómo es que el arco se abre? Si los salmeres se separan, hay
deslizamiento, así qué ¿el empuje supera el rozamiento? Podemos
decir que sí. Pero, si es que sí, ¿por qué el deslizamiento no
continua hasta la rotura? Porque con la nueva forma del arco, el
empuje disminuye y el deslizamiento se detiene: sin embargo, no es
fácil de ver cómo es que pasa esto. ¿Tiene alguien una teoría? [No en vano, el rozamiento entre superficies en contacto sigue
siendo un tema de estudio no sólo en ingeniería (ciencia
aplicada), incluso en la mecánica teórica contemporánea (cuántica,
por supuesto)] |
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