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Edita: Instituto Juan de Herrera. Av. Juan de Herrera 4. 28040 MADRID. ESPAÑA. ISSN: 1578-097X
Agenda 21 Carreño: http://www.carrenodigital.net/
Agenda 21 Gijón: http://www.ayto-gijon.es/varios/agenda21.html
Agenda 21 Vitoria-Gasteiz:
http://www.vitoria-gasteiz.org/ceac/agenda21/default.htm
Agenda 21 Barcelona: http://www.bcn.es/agenda21/index.htm
Agenda 21 de Calvià:
http://www.calvia.com/Pages/Areas/ayun/aglven/aglven.htm
La dirección de la web de la Consejería de Medio Ambiente de la
Junta de Castilla y León, donde hay una sección dedicada a las
Agendas 21:
http://www.jcyl.es/jcyl/cmaot/sg/sved/agenda21/indice.htm
El Observatorio de l Instituto Distrital de Cultura y Turismo
puso en marcha el diseño y aplicación de un sistema de medición
de la cultura ciudadana en Bogotá. Lea el análisis de los
resultados y consulte la encuesta.
Entre septiembre de 2001 y abril de 2002, el Observatorio de
Cultura Urbana del Instituto Distrital de Cultura y Turismo puso
en marcha el diseño y aplicación de un sistema de medición de la
cultura ciudadana en Bogotá. El propósito era conocer el estado
real de la situación en los distintos aspectos de la cultura,
entendida en sentido amplio, con el fin de contar con una base
cuantitativa para definir las metas en materia de cultura
ciudadana. Es la primera vez que se lleva a cabo en la capital
un tipo de análisis de este género concebido expresamente para
orientar una política de la administración.
El sistema de medición gira en torno a tres temas fundamentales:
el acatamiento de las normas básicas de convivencia, la cultura
tributaria y la cultura democrática. En términos metodológicos,
el sistema consta de cuatro instrumentos básicos: una encuesta
aplicada a adultos de los seis estratos socioeconómicos, una
encuesta aplicada a estudiantes de los grados 9, 10 y 11, conteos
realizados sobre el terreno, para establecer el acatamiento de
las principales normas de tránsito, y datos secundarios
provenientes de las diversas entidades de la administración
distrital. Las dos encuestas mencionadas son ampliamente
representativas, si se tiene en cuenta que la primera se aplicó
a una muestra de más de 3.000 ciudadanos y la segunda a más de
4.000 estudiantes.
En una aproximación general, la encuesta muestra que se han
logrado avances importantes en materia de cultura ciudadana.
Puede afirmarse que los bogotanos son mejores de lo que ellos
mismos creen. Desde luego, hay varios aspectos en los cuales es
posible mejorar.
Las normas que más recuerdan los ciudadanos son las relativas a
tránsito vehicular y peatonal, en particular el uso de las cebras
y los puentes peatonales, así como el respeto a los semáforos.
Por contraste, otras normas básicas, como la de usar el cinturón
de seguridad en los vehículos, no conducir embriagado, respetar
las zonas públicas en las urbanizaciones, tramitar licencias para
construcción y para efectuar cambios de uso del suelo, tienen
escasa recordación.
La gran mayoría de los conductores (95,5 por ciento) respetan el
semáforo en rojo, al menos durante el día. Por otra parte, aunque
la mayoría de los peatones usan los puentes para cruzar la calle,
esta norma aún no se ha convertido en hábito de todos ellos.
Cerca de un establecimiento educativo la proporción de
infractores contabilizada fue del 65,57 por ciento.
Pese a lo que suele creerse, entre la ciudadanía predominan las
actitudes de respeto a la ley. Las únicas circunstancias en las
cuales una alta proporción de la ciudadanía justificaría
desobedecer la ley son: "Cuando es la única manera de salvar la
propia vida" (80,6 por ciento) y "Cuando es la única manera de
luchar públicamente contra una ley injusta" (60,8 por ciento).
Paradójicamente, aunque la mayoría se consideran buenos
ciudadanos, predomina una percepción negativa o escéptica acerca
del comportamiento y las actitudes de los demás, percepción que
sin duda afecta la confianza entre los ciudadanos.
No obstante la reducción del número de muertes violentas y de
algunos delitos, la ciudad sigue siendo percibida por la gran
mayoría de los ciudadanos (73 por ciento) como insegura o muy
insegura. Entre las razones mencionadas como causa de la
inseguridad sobresale por amplio margen la delincuencia común,
seguida por el desempleo. Al parecer, esta percepción negativa
obedece en gran parte a la propia experiencia de los ciudadanos,
ya sea por haber sido víctima de algún hecho violento o por
haberlo presenciado.
Entre los comportamientos más importantes para la convivencia,
la ciudadanía enfatiza sobre todo el respeto y la solidaridad con
los vecinos. Sin embargo, al indagar el grado de aceptación
frente a diversos tipos de vecinos, se observan actitudes fuertes
de intolerancia, especialmente frente a drogadictos,
paramilitares, guerrilleros, alcohólicos, narcotraficantes,
corruptos, prostitutas, indigentes, homosexuales y personas con
antecedentes penales. En cambio, es muy baja la proporción de
ciudadanos que no quisiera tener como vecinos a personas de
región, raza, nacionalidad o religión distinta a la propia.
Contrario a lo que suele creerse, la mayoría de los
contribuyentes pagan oportunamente sus impuestos. Sorprende, sin
embargo, que la mayor proporción de pagos por fuera del
calendario tributario sea en el impuesto de industria y comercio.
Según parece, el predominio del pago oportuno obedece no sólo al
conocimiento que la ciudadanía tiene de los impuestos distritales
sino a que el pago de los mismos es considerado como un deber
ciudadano.
Pero en el pago de impuestos también inciden motivaciones de
carácter tanto individual como social. En efecto, la encuesta
revela que la mayoría de los ciudadanos están dispuestos a pagar
los impuestos que le corresponden por dos razones: "Sentirse con
el derecho a exigir y reclamar" y "para que todos los bogotanos
tengan acceso a los servicios públicos".
En materia de cultura tributaria, sorprenden ciertas percepciones
de la ciudadanía que contradicen creencias comunes: la mayoría
considera que la administración invierte el dinero de la ciudad
en obras y servicios y tan sólo el 20,3 por ciento de los
ciudadanos consideran que se lo roban.
En términos generales, la ciudadanía concibe la democracia como
el gobierno de la mayoría en beneficio de la mayoría. Sin
embargo, los datos arrojados por la encuesta revelan que nuestra
cultura democrática es aún bastante frágil. En efecto, creencias
tales como "la única manera de acceder a un cargo público es la
palanca" y la "única posibilidad de influir en las políticas
distritales es siendo amigo de un concejal", son compartidas por
una proporción considerable de ciudadanos, quienes a su vez
expresan bastante desconfianza en los procedimientos
democráticos. Esta desconfianza también se pone de manifiesto en
la percepción según la cual "la gente no participa en los asuntos
públicos porque no obtiene nada". De estos prejuicios se salvan
en parte las juntas de acción comunal y los encuentros
ciudadanos, pues además de ser las instancias de participación
más conocidas, son consideradas por la mayoría como los
principales canales para influir en las políticas de la ciudad.
En materia de organización social y política, las debilidades son
aún más notorias. En efecto, el único tipo de organización a la
que dice pertenecer más de la mitad de los ciudadanos son de
carácter religioso. A juzgar por los datos de la encuesta, las
organizaciones seculares con mayor proporción de afiliados o
miembros son, en su orden, los clubes deportivos o sociales, las
asociaciones educativas, las juntas de acción comunal y los
comités de seguridad o vigilancia. No obstante, la proporción de
ciudadanos que dice pertenecer a alguna de estas organizaciones
no supera el 13,3 por ciento. Pero es aún más preocupante que la
pertenencia a organizaciones propias de la sociedad moderna como
son los sindicatos, los partidos y las asociaciones
profesionales, sea inferior al 7 por ciento de la población mayor
de edad. Así pues, en materia de capital social y cultura
política todo indica que Bogotá está aún lejos de tener una
sociedad civil organizada y una democracia sólida y moderna.
Pese a los avances constitucionales y legales en lo que respecta
a la participación ciudadana y a que la tercera parte de las
personas mayores de edad conocen al menos uno de los mecanismos
de participación existentes en la ciudad, su utilización efectiva
es relativamente baja. Curiosamente y quizá por haber sido una
experiencia bastante reciente, son los "Encuentros ciudadanos"
el mecanismo de participación más conocido y el segundo más
utilizado por los bogotanos, después de los gobiernos escolares.
No obstante los avances formales y reales en materia de igualdad
de derechos, aún persiste en una proporción no desdeñable de
ciudadanos una visión asimétrica de los derechos propios y
ajenos. Por ejemplo, un 33,7 por ciento de ciudadanos piensa que
hay personas que nacieron para mandar y otras para obedecer y que
esto no puede cambiarse. Aunque en menor proporción, pero con
implicaciones más graves, un 16,4 por ciento expresa estar en
desacuerdo con la expresión "uno no debe atentar contra la vida
de su peor enemigo".
Marie-Christine LACOSTE, CNRS/GRAL
Coordinadora de "RUMBOS"
Lista de Informacion Cientifica y Red de Investigadores sobre y
de América Latina - Ciencias Humanas y Sociales -
Lenguas de Circulación : Español, Francés, Inglés, Portugués
E-mail : lacoste@univ-tlse2.fr
Resultados de la primera encuesta de la medición: Observatorio
de Cultura Urbana, publicado en Semana.com
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