Boletín CF+S > 11 -- Especial: EL AGUA Y LA CIUDAD > http://habitat.aq.upm.es/boletin/n11/ajmar.html |
Edita: Instituto Juan de Herrera. Av. Juan de Herrera 4. 28040 MADRID. ESPAÑA. ISSN: 1578-097X
Concha Germán Bes. Diplomada en Enfermería y Master en Salud
Pública por la Escuela Andaluza.
Mariano Gracia Ortubia. Doctor en Ciencias Químicas y Diplomado en
Sanidad.
Juan José Marcén Letosa. Licenciado en Medicina, especialista en
Microbiología.
Zaragoza (España), 1998 [1].
Mientras no se cambie de actitud, la tecnología disponible es
incapaz de eliminar estos riesgos. Ante la exigencia de
abastecimientos por tuberías, de aguas de alta calidad, en gran
cantidad, para usos indiscriminados (uniformidad), surge la
alternativa de distintos suministros de aguas, de calidades
diferentes, para usos diferentes (diversidad).
Empeoramiento de la calidad en las aguas naturales
Las aguas naturales reciben y transportan crecientes cantidades de
excretas biológicas. El sistema de vertido por colectores, de
indudable comodidad para los usuarios, es altamente contaminante,
incluso con las actuales Depuradoras de Aguas Residuales.
El desarrollo industrial ha supuesto el envenenamiento generalizado
de las aguas naturales, agravado por las "modernas" prácticas
agrícolas. Las industrias vierten al ambiente residuos peligrosos,
la mayoría de los cuales resultan difíciles de evidenciar y
evaluar; la agricultura industrial, además de insaciable
consumidora de aguas, contamina los cauces y acuíferos con abonos
de síntesis y distintos biocidas (herbicidas, Insecticidas...). Los
domicilios urbanizados contribuyen a la contaminación química con
el vertido de grasas, fosfatos y biocidas (medicamentos,
detergentes y desinfectantes).
Dificultades en los nuevos sistemas de captación y conducción
Los pantanos artificiales pueden padecer acidificación,
eutrofización, escorrentías, colmatación y estratificación anóxica.
La creciente disponibilidad de agua para regadíos no vitales supone
mayor consumo y contaminación de las aguas. Los canales de cemento
no suelen oxigenarse; la reducción de fangos y biocapas limitan la
adsorción de metales tóxicos y los procesos naturales de
depuración.
En la decantación
De interés sanitario preferente en la clarificación y en la
eliminación de virus (de pequeño tamaño, capaces de atravesar los
filtros de arena y de variada resistencia a los desinfectantes).
Los fallos en la decantación suelen suceder en invierno, con aguas
claras y temperaturas bajas, lo que coincide con las preferencias
ambientales de muchos de los virus patógenos.
El procedimiento decantador, tan necesario para evitar la
transmisión de estas epidemias, puede ser muy contaminador. La
introducción de extrañas substancias químicas en el agua suele
comenzar con una potente pre-cloración (2-10 mg/L) que, en
presencia de la inevitable materia orgánica, origina la formación
de peligrosos compuestos clorados (Tri-Halo-Metanos), que no se
retienen en las sucesivas fases de potabilización; no
biodegradables y de comprobada mutagenicidad, su acumulación en las
reservas humanas de grasa suponen un riesgo de incalculables
consecuencias. La alúmina constituye el principal agente
floculante, ampliamente utilizado en las plantas potabilizadoras.
La contaminación de las aguas tratadas con Aluminio aumenta la
ingesta diaria de esta substancia química de demostrada
neurotoxicidad; desde hace 20 años se debate su incidencia en el
aumento de casos de enfermedades mentales. El conjunto de los
resultados aboga por una correlación positiva, aunque débil, entre
el riesgo de Alzheimer y el índice de Aluminio del agua de la
bebida [Berr, 1998]. Otras substancias empleadas en la decantación
(poli-electrolitos) pueden suponer riesgos añadidos a los ya
descritos, precisando estudios toxicológicos a largo plazo.
En la filtración
La filtración a través de lechos de arena elimina los medianos y
grandes quistes de protozoos, muy resistentes a la cloración. La
ausencia o deficiencias en la filtración ocasiona epidemias de
parasitosis (amebisis, giardiasis y criptosporidiosis) de dificil
control. La contaminación por sílice, producida en los filtros de
arena tiene escasa incidencia en la salud humana. Los riesgos se
incrementan cuando los lechos no se limpian con regularidad, con lo
que se contaminan con biocapas indeseables. Este riesgo es muy
elevado en los casos de filtros de Carbón activo, empleados para
adsorber cloro y otras substancias químicas, y que se transforman
con rapidez en un medio de cultivo microbiano.
En la desinfección
La desinfección de las aguas es sinónimo de Cloración. El bajo
coste, la comodidad de uso y la eficacia del cloro contra algunas
bacterias patógenas han impuesto este desinfectante. Otros
procedimientos de desinfección no son aplicables en la mayoría de
los abastecimientos. La ozonización no resulta tan eficiente como
la cloración, además de su difícil manejo y ausencia de efecto
residual. La esterilización por rayos ultravioleta sólo es
inaplicable en abastecimientos urbanos. La simple cloración de las
aguas es suficiente para limitar la extensión de muchas epidemias
clásicas (Cólera, Disentería bacilar, Fiebres Tifoideas), lo que ha
significado importantes reducciones de mortalidad y morbilidad;
pero las limitaciones de la cloración se evidencian en las
recientes epidemias producidas por grupos de microbios resistentes.
La persistencia de Cloro residual en la red de aguas ha supuesto
uno de los paradigmas más apreciados en Ingeniería Sanitaria. Se ha
supuesto que la presencia de desinfectante circulante garantiza la
higienización de la red de distribución, infravalorando los riesgos
que el cloro y sus derivados suponen para la salud. Numerosos
estudios toxicológicos coinciden en señalar efectos tóxicos
secundarios a la cloración de las aguas [García-Villabona, 1990],
[Bull, 1995]
La complejidad de las redes generales
Las redes de aguas urbanas presentan enorme complejidad, lo que
dificulta su eficiencia, vigilancia y control.
Redes de distintas generaciones: en la mayoría de las ciudades de
nuestro entorno, coexisten instalaciones realizadas en los últimos
cien años. Los distintos trayectos, profundidades, materiales y
calibres se entremezclan en el subsuelo de las calles. La distinta
liberación de materiales al agua contenida; la presencia de
corrosión y obstáculos; la distinta reactividad, consumo del Cloro
y otros aditivos... son variables de dificil estimación.
La red mallable: la interconexión de redes formando mallas es un
ideal de los abastecimientos de aguas, ya que así se asegura el
suministro de agua en un lugar cuando el camino principal se corta.
El concepto de malla contradice la idea de que el agua se desplaza
por un árbol jerarquizado de tuberías. El control de
contaminaciones se dificulta cuando a cada punto de muestreo le
llegan aguas de varios ramos.
Las oscilaciones en la red: Los componentes disueltos en las aguas
no se distribuyen de modo homogéneo; en grandes volúmenes y, sobre
todo, en una red de abastecimiento, la concentración de cloro
presenta picos espaciales y temporales. Los sistemas automáticos de
cloración son incapaces de mantener el nivel prefijado, sino que
oscilan por encima y por debajo de ese nivel; si el margen de
actuación es estrecho (si la concentración eficaz está cerca de la
peligrosa), los picos de las oscilaciones suponen riesgos para la
salud de las personas.
Las frecuentes averías: Casi todas las averías en la red de
abastecimiento interrumpen la salubridad de las aguas. El caso más
grave sucede cuando entran vertidos en la red de potables; se
considera que el cloro residual actúa "desinfectando la tubería",
pero no podemos saber proporciones de la mecla, la rapidez del
consumo, la llegada de microbios resistentes al cloro, las
substancias toxicas que aceden o se producen en la avería... Otros
casos más frecuentes suponen contaminación con tierras y otros
componentes extraños, que empeoran la calidad de las aguas. La
simple interrupción del suministro altera el sutil equilibrio
existente dentro de las tuberías (reflujo de otras tuberías,
filtraciones del exterior, pérdida del desinfectante...). No hay
costumbre de advertir a la población sobre el riesgo que supone
beber agua después de una avería prolongada.
Las redes domésticas
Habitualmente sólo se controla la trama mayor de la red urbana.
Este control es muy rentable en el caso de redes jerarquizadas
(poco malladas), pues con pocas muestras se puede vigilar la
calidad del agua consumida por mucha población. Pero al centrar la
vigilancia en la trama mayor se ignora la fuente más importante de
incidencias y averías: las redes domésticas. Un programa de
vigilancia para los abastecimientos domésticos puede detectar
muchas situaciones anómalas, pero incluye poca población por
jornada de muestreo. En el Seminario sobre Microbiología de aguas
de abastecimiento [Ministerio de Sanidad y Consumo, 1996] se
concluía que "La finalidad de un abastecimiento es garantizar la
calidad del agua hasta el grifo del consumidor", para añadir:
"¿quién se va a encargar del control del agua domiciliaria?, ¿quién
se va a encargar de tomar las medidas y los costes que conlleven
los problemas derivados dentro de las redes domiciliarias?"
La limitaciones de la técnica analítica:
Las técnicas analíticas presentan variada complejidad, sensibilidad
y certeza. Los laboratorios que se dedican al Control de los
abastecimientos de aguas no suelen disponer sino de unos pocos
procedimientos. Desde principio de siglo se cuentan con técnicas
relativamente sencillas para investigar la presencia de media
docena de bacterias que indican contaminación. Las técnicas y el
significado de las "bacterias indicadoras" de contaminación fecal
siguen siendo inseguras, pero han resultado útiles para vigilar las
epidemias bacterianas clásicas. Sin embargo, están por decidir las
técnicas para detectar la presencia de virus y parásitos en las
aguas de abastecimiento. En los pocos casos que se han investigado,
los resultados indican que estos agentes están a veces en las aguas
de grifo [Miralles, 1995]. Muchas epidemias "leves" han pasado
desapercibidas por dificultades técnicas. En otros casos se
invierte la vigilancia epidemiológica, de tal modo que no se
controla la presencia de agentes hasta que se ha producido una
epidemia demostrada. Así sucede con Legionella, frecuente
contaminante en los abastecimientos domésticos investigados (hasta
el 50% de las muestras de termos, duchas y depósitos), pero tiene
que evidenciarse primero la epidemia para establecer los controles
específicos, como sucedió en la reciente epidemia de Alcalá de
Henares [Boletín Epidemiológico Semanal, 1996]; puede suponerse que
los casos aislados, no epidémicos, pasan desapercibidos.
El análisis de la evolución se basa en el cuadro adjunto (cuadro
1), que incluye sólo algunas sustancias significativas, para mayor
claridad, y permite efectuar algunas consideraciones:
Características | RD 14/9/1920 |
D2484/1967 Cód. Alimentario |
RD
1423/1984 Aguas Potables |
RD 1138/
1990 Aguas Potables |
Prop.Directiva (revisión 2000) |
N. Total físico-químicas |
15 | 27 | 41 | 51 | 37 |
Nitratos, mg/L | 20 | 30 | 20-25 | 25-50 | 50 |
Resíduo, mg/L | 500 | 1500 | 1500 | 1500 | - |
Cobre, mg/L | - | 1,5 | 0,1 | 0,1 | 2,0 |
Cadmio, mg/L | - | - | 0,005 | 0,005 | 0,005 |
Aluminio, mg/L | - | - | 0,2 | 0,2 | 0,2 |
Plomo, mg/L | - | - | 0,05 | 0,05 | 0,01 |
Selenio, mg/L | - | 0,05 | 0,02 | 0,01 | 0,01 |
Plaguicidas, mg/L | - | - | 0,0001 | 0,0001 | 0,0001 |
N. Total Microbiología |
- | 6 | 5 | 6 | 5 |
Coliformes/100ml | - | 2 | 0 | 0 | 0 |
Clostridium/20ml | - | 2 | 0-1 | 0-1 | 0 |
Sustancia |
Agua Reactivo Analítico |
Aguas Abastecimiento RD 1138 / 1990 | Propuesta de la Directiva CEE |
Amonio, mg/L | 0.01 | 0.05-0.5 | 0.5 |
Cadmio, mg.10e-3/L | 1 | 5 | 5 |
Plata, mg.10e-3/L | 0.4 | 10 | - |
Antimonio, mg.10e-3/L | 1 | 10 | 3 |
Arsénico, mg.10e-3/L | 2 | 50 | 10 |
Cobre, mg.10e-3/L | 0.4 | 100 | 2 |
Mercurio, mg.10e-3/L | * Nota | 1 | 1 |
Suma metales mg.10e-3/L Cu, Ni, Zn, Cr, Cd |
50 | 355? | 87? |
¿Hasta dónde se puede llegar en las exigencias para las
concentraciones de sustancias de los sistemas de tratamiento y
distribución?. Es ilustrativo comparar algunos límites de la
normativa actual o prevista, con la calidad exigida al agua usada
en laboratorio, como reactivo analítico de alta pureza (cuadro
2). Para varias de las sustancias de mayor relevancia
toxicológica se está intentando producir y distribuir, por las
conducciones de las ciudades, agua con exigencias de pureza
similares a la del agua analítica, cuya producción y manipulación
en laboratorio se realiza en condiciones difícilmente
comparables.
Método de selección de las sustancias
Otro aspecto relevante, relacionado con la normativa de de
vigilancia, es el método de selección de las sustancias a incluir
en ella y la definición de las concentraciones máximas
admisibles; los criterios que se aplican son:
En estas condiciones, no parece muy acertado considerar los
valores de la normativa como dogmas que garantizan
inequívocamente la salud de la población sino como compromisos
sociales para definir un riesgo aceptable. Un ejemplo clásico es
la presencia de organoclorados volátiles en agua. Su toxicologia
es conocida lo mismo que su presencia en aguas cloradas pero aún
está por aprobar la norma europea que los limite en el agua de
consumo. La siguiente reivindicación sanitaria será rebajar la
concentración admisible, reducir la presencia de precursores,
eliminarlos con tratamientos posteriores pero es evidente que la
única forma segura de evitarlos es no clorar el agua o usar aguas
saneadas naturalmente.
"En el año 1877, los ingenieros del agua alemanes (...) en el
encuentro anual de su asociación, argumentaron que (...) el
sistema de un solo grifo llevaría a un uso de cantidades cada vez
mayores de agua de la mejor calidad para todos los usos"
"Los actuales métodos de gestión de agua sólo pueden desplazar
temporal y espacialmente la inevitable crisis. Estos métodos no
atacan las causas (...) la sociedad necesita métodos y actitudes
totalmente nuevos para afrontar el abastecimiento de aguas; estos
enfoques tienen que atacar las causas en vez de tratar los
síntomas"
"El debate científico aún trata por separado los problemas
interdependientes de Calidad y Cantidad (...) la distinción entre
estos dos aspectos contribuiría al desarrollo de unas normas de
gestión más sensatas y apropiadas".
En este trabajo no proponemos el empleo exclusivo de aguas
envasadas comerciales, como único remedio a los riesgos del agua
de grifo, sino que planteamos la necesidad de beber aguas que no
se hayan distribuido por los actuales abastecimientos. Algunas
alternativas para el agua de boca ya se han utilizado con
anterioridad, y se pueden mejorar con tecnología actual
(materiales que son inocuos y resistentes a la higienización con
vapor de agua):
La bebida habitual de agua de los actuales abastecimientos supone
riesgos para la salud que se pueden evitar cuando se supere el
paradigma actual (abastecimientos por tuberías, de aguas de alta
calidad, en gran cantidad, para usos indiscriminados). El
necesario cambio de mentalidad debe orientarse hacia
abastecimientos diversificados de aguas, contemplando al agua de
bebida como un alimento. La coexistencia de diversos sistemas de
abastecimiento de aguas permite adecuar la calidad a los usos,
racionalizar los costes, y minimizar los riesgos sanitarios.
Alleman, JE y Mossman, BT (1997) Reconsideración del amianto
(Investigación y Ciencia, 252: 56-62)
Arrojo, Pedro (1998) La gestión del agua en California. Ed. Bazeak
Berr, Claudine (1998) "Alzheimer, la enfermedad del siglo" (Mundo
Científico; 186: 59)
(Boletín Epidemiológico Semanal )(1996) "Informe preliminar del
brote de neumonía por Legionella en Alcalá de Henares" (Ministerio
de Sanidad y Consumo, n. 16: 129/136)
Bull RJ et al (1995) "Water chlorination: essential process or
cancer hazard?" (Fundam Appl Toxicol, 28: 155-166)
García-Villanova, Rafael (1990) "Dudas sobre la seguridad del agua
clorada" (El País, 9 de mayo de 1990, Futuro, pg 4)
Du Molin GC, Stottmeiner KD (1986) ASM News (página 525)
Mac Kenzie y otros 10 autores (1994) A massive outbreak in
Milwaukee of Cryptosporidium infection transmitted through the
public water supply (N Engl J Med; 331: 161-7)
Ministerio de Sanidad y Consumo (1996) Seminario sobre
Microbiología de aguas de abastecimiento (noviembre de 1996. en
Revista Española de Salud Pública 1997; 71: 205-207)
Miralles F y tres autores (1995) "Control de protozoos en aguas
de consumo humano" (Tecnología del agua, 1995, 145: 19-26)
Premazzi G. (1989) Cientific Assessment of EC standards for
drinking water quality (Cap. 3: Philosophical basis for the
determination of the control level (standards). Commission of the
European Communities, 1989)
Rodriguez Hernández, J. y tres autores más (1994) "Cryptoporidium
oocysts in water for human consumtion" (Eur J Epidemiol 1994;
10:215-218)
Schramm, Engelbel y Kluge, Thomas (1993) "La crisis del Agua en
Alemania" (Ecología Política (1993), 6: 111-119)
Suros, Juan (1968) Patología y Clinica Médicas (Tomo VI:
Intoxicaciones, pg 1065; Barcelona) , 1968.
Fecha de referencia: 5-11-1999
Boletín CF+S > 11 -- Especial: EL AGUA Y LA CIUDAD > http://habitat.aq.upm.es/boletin/n11/ajmar.html |
Edita: Instituto Juan de Herrera. Av. Juan de Herrera 4. 28040 MADRID. ESPAÑA. ISSN: 1578-097X
Ciudades para un Futuro más Sostenible
Búsqueda |
Buenas Prácticas |
Documentos |
Boletín CF+S |
Novedades |
Convocatorias |
Sobre la Biblioteca |
Buzón/Mailbox
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid
—
Universidad Politécnica de Madrid
Grupo de Investigación en Arquitectura, Urbanismo y Sostenibilidad
Departamento de Estructuras y Física de la Edificación
—
Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio